No hace mucho Varsovia se asociaba a la triste época del comunismo. El comunismo ha desaparecido para siempre y ahora la ciudad está floreciendo. Varsovia brinda de todo lo que se necesita: una rica herencia cultural, una intensa vida nocturna, restaurantes de altura y áreas verdes. Cada persona podrá encontrar algo de su agrado.
No hay nada mejor que disfrutar de algunos días en compañía de la realeza. A pesar de que el tiempo de los reyes pertenece ya a la historia, uno puede aún encontrar rastros de su presencia en la ciudad. Comience con el Castillo Real, situado cerca de la Columna de Rey Segismundo en la Plaza del Castillo. Éste es el mejor sitio para comenzar un paseo a través de la Ruta Real. Es ésta una representativa arteria de la ciudad, su recorrido enlaza las antiguas residencias reales. Comienza en la Plaza del Castillo y continúa a través del Parque Real Łazienki hasta llegar al Palacio de Wilanów. Fue ahí donde vivió junto con su amada esposa Marysieńka el rey Juan III Sobieski, vencedor de los turcos en la batalla de Viena.
Luego se puede caminar a través de las estrechas y románticas calles de la Ciudad Vieja, incluida en la Lista del Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad de la UNESCO. No olvide visitar el Museo de Frédéric Chopin; el compositor pasó más de 20 años de su vida en Varsovia y la ciudad lo recuerda. El museo cuenta con la mayor colección de recuerdos relacionados con el compositor y se enorgullece de ser el museo biográfico más moderno de Europa. Este año el ayuntamiento de Varsovia trabaja en un proyecto especial que pretende acercar la figura de Chopin a los entusiastas de los dispositivos móviles, que incluso les permitirá tomarse un auto-retrato con el compositor.
Si usted prefiere la ciencia al arte, visite pues el Centro de Ciencias Copérnico, en el que podrá investigar personalmente las leyes de la física y realizar sus propios experimentos. Pero Varsovia cuenta también con algo para los amantes de las bellas artes: el Museo Nacional, con una excelente colección de obras de arte polacas y extranjeras; tales como la Galería Faras que presenta tesoros del arte de Nubia en un delicioso e innovador arreglo.
La ciudad se enorgullece también de dos sitios recientemente inaugurados: una joya de la arquitectura; el Museo de los Judíos Polacos, y el Museo del Alzamiento de Varsovia; un museo interactivo de primera categoría. Visitar estos sitios le ayudará sin dudas a comprender la difícil y turbulenta historia de la ciudad.
¿Cansado de caminar por las calles? Deténgase pues para comer algo. Varsovia le da a escoger entre una enorme cantidad de restaurantes y bares. Entre las especialidades de la casa encontrará arenque con cebolla, sopa de centeno y albóndigas; platos que harán las delicias de los paladares más sofisticados. De postre es obligatorio probar uno de los dulces representativos de Varsovia: la “zygmuntówka”; una fantástica torta con merengue, la “wuzetka”; una torta de crema, chocolate caliente Wedel, o un esponjoso donut Blikle
Al anochecer es mejor caminar por las orillas dl río. El río Vístula, todavía indómito y natural en muchas de sus partes, le da un nuevo rostro a Varsovia. Cafeterías, bares, conciertos al aire libre y auténticas playas arenosas; podrá usted encontrar de todo eso en el corazón de la ciudad y permanecer aún cerca de la naturaleza. En la primavera se reabrirán elegantes bulevares, tras su renovación, que incitarán a los turistas a pasear y descansar a las orillas del Vístula. Aquellos que prefieran un descanso alternativo, deberán cruzar el río e internarse en el distrito de Praga. Los antiguos edificios de ladrillo y las viejas fábricas en la actualidad albergan numerosas galerías, cafeterías clubes y teatros. Es aquí, además, donde se levanta un nuevo símbolo de Varsovia, el Estadio Nacional, construido para el Campeonato Europeo de fútbol de la UEFA de 2012, y en el que se celebrará el partido final de la liga de Campeones de la UEFA, que tendrá lugar el 27 de mayo. Una vez más Varsovia se convertirá en centro de atención de los aficionados al fútbol.
Los amantes de las aéreas verdes pueden tomar un descanso en cualquiera de los numerosos parques que cubren casi una cuarta parte de la superficie de la ciudad. Y si prefiere el turismo activo, le será sumamente fácil alquilar una bicicleta y recorrer los senderos a lo largo de las orillas del río.
La vida nocturna en Varsovia es vibrante y no defraudará a nadie: imagínese bebiendo una copa o dos en la elegante calle Nuevo Mundo (Nowy Świat), luego visite alguno de los clubes, y baile. Al amanecer tome un típico bocado caliente en un shot bar, ¿se le puede ocurrir un ambiente mejor? Una fiestecita es siempre una buena idea y no hay mejor lugar que Varsovia para comprobarlo.
La capital no solo ofrece una excelente diversión sino que es también un magnífico lugar para disfrutar la cultura. Durante todo el verano se celebran los conciertos Chopin, y para los amantes del jazz ahí está el festival “Jazz en la Ciudad Vieja” en los meses de julio y agosto. Cada año la ciudad alberga magníficos eventos e invita a los turistas con múltiples festividades. Un gran número de teatros, cines y exhibiciones de arte terminan de completar la imagen. Y, por último, aunque no menos importante, ahí está el espectáculo agua-luz-sonido en el Parque Fuentes
Multimedia, un evento espectacular que tiene lugar todos los fines de semana desde la primavera hasta el otoño.
Varsovia es también sede de grandes eventos deportivos internacionales como el evento de atletismo Memorial Kamila Skolimowska, la Copa de Varsovia, el Tour de Polonia, el Maratón de Varsovia y muchos más.