La costa norirlandesa es una de las más impresionantes del mundo por sus paisajes naturales y sus espectaculares acantilados. Para darla a conocer en toda su extensión, Turismo de Irlanda ha diseñado la ruta costera de la Calzada.
Durante esta ruta, que tiene su inicio en Belfast y finaliza en Derry-Londonderry, se podrán divisar los increíbles glens de Antrim, la mítica Calzada del Gigante, el castillo de Carrickfergus, uno de los más antiguos de Irlanda del Norte situado en el condado de Antrim y que data del siglo XII o el Templo de Mussenden, ubicado sobre una caída vertical que finaliza en la playa de Downhill, con una extensión de más de 10 kilómetros desde la que divisar los condados de Donegal, Antrim y Derry-Londonderry.
La joya de la costa norirlandesa: la Calzada del Gigante
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Calzada del Gigante es un lugar único en el mundo. Formada por 40.000 columnas de basalto creadas de forma natural hace 60 millones de años por una erupción volcánica, los científicos creen que su origen está en el enfriamiento de la lava líquida al entrar en contacto con el agua, lo que originó la formación de unos escalones hexagonales de piedra oscura, que Irlanda ha conseguido conservar a la perfección hasta la actualidad.
Si se busca su origen en las míticas leyendas irlandesas, entonces habría que recurrir a la época Celta, durante la cual, el gran guerrero celta Finn McCool fue el encargado de construir la Calzada hasta Escocia para retar al gigante Benandonner.
A través del centro de visitantes se podrá conocer más en detalle el origen de esta Calzada desde el punto de vista científico y desde una perspectiva histórico-fantástica.
Caminar sobre el mar en el sendero de los Gobbins
Este verano la costa norirlandesa amplía su oferta turística con la apertura del sendero de los Gobbins. Un recorrido de 3 km que permitirá al turista caminar sobre el mar gracias a senderos, puentes, pasarelas y túneles que bordean la península de Islandmagee.
Una obra de ingeniería que respeta la biodiversidad del entorno y que está pensada para ofrecer sensaciones difíciles de explicar: escuchar las olas rompiendo contra los acantilados, sentir el rocío sobre la piel, vivir en primera persona la bravura e inmensidad del Océano Atlántico y ser testigo del constante cambio de la flora y la fauna autóctona.
Además, para hacer la experiencia aún más enriquecedora se ha diseñado un centro de visitantes que ofrecerá información detallada y visitas guiadas para conocer todos los detalles de la biodiversidad de la costa.
Los turistas que viajen a Irlanda del Norte se adentrarán en una tierra de leyenda que aúna paisajes espectaculares y naturaleza en estado puro. Además, para conocer la costa y los confines del mundo desde una perspectiva diferente el viajero podrá acercarse a los múltiples faros que iluminan las aguas de la Isla Esmeralda.