Cerdeña es la segunda isla por tamaño del Mediterráneo (después de Sicilia) y la octava de Europa. Un lugar que sorprenderá al visitante por sus contrastes naturales, las luces y los colores de una región de antiguas tradiciones en una naturaleza virgen y salvaje. La mejor manera de conocer la isla es alquilar un barco y navegar por sus aguas, un viaje por un mar de color esmeralda entre grandes y pequeñas calas de arena blanca.