Marruecos es la puerta más accesible y segura a ese infinito desierto que ocupa buena parte de África… un viaje por el desierto de Marruecos es una aventura entre carreteras, valles, gargantas, dunas y pueblos con historia. Un viaje entre las dunas. Un lugar que invita siempre a una aventura: conocer lo desconocido…
Por la ruta de los oasis
Ya sea saliendo de Marrakech o de Ouarzazate, los circuitos en 4X4 recorren los lugares más mágicos del gran Sur. Rincones sorprendentes como los Valles del Draa, antesala del desierto del Sáhara y famoso por su palmeral datilero donde también se pueden apreciar fortificaciones de adobe; la ruta de las 1.000 Kasbahs, un recorrido entre castillos de adobe y palmerales entre los que destacan el Valle de las Rosas -formado por hectáreas de rosales- y del Dades que debe su nombre al río que serpentea enclavado entre las montañas a lo largo del recorrido, respaldado por acantilados de color ocre, terracota y rojo.
Lo que no te puedes perder…
Merzouga es un pueblo perdido en mitad de la arena bañada por el sol y el silencio, una de las puertas del Sahara; es el territorio del erg Chebbi, un mundo de dunas, palmerales, pistas y rutas de senderismo. En sus alrededores se alzan las dunas más altas de Marruecos y puede contemplarse el amanecer más hermoso del mundo.
Un lugar mágico donde se extiende un palmeral y fluyen aguas agitadas por el vuelo de los pájaros. Se trata del lago Dayet Srij y su población de aves migratorias.