Las Noches Blancas de La Cala en el exclusivo resort La Manga Club invitan a celebrar la belleza del Mediterráneo y la magia del verano los próximos 26 de julio y 9 de agosto. Una experiencia inolvidable al borde del mar, bañada por la brisa marina y en pleno Parque Natural de Calblanque, para disfrutar de la gastronomía más sibarita, refrescantes cocteles y música en directo desde el atardecer hasta la madrugada.
Rodeada de montañas, a orillas del mar Mediterráneo y junto al Parque Natural de Calblanque, se encuentra una de las calas más exclusivas de la península. Un entorno idílico donde tendrán lugar el 26 de julio y el 9 de agosto las Noches Blancas de La Manga Club (Cartagena, Murcia). Dos veladas para disfrutar en plena naturaleza de la mejor gastronomía y los cócteles más refrescantes, al ritmo de la música en directo a pie de playa.
Bañadas por la brisa marina y con el sonido de las olas del mar de fondo, Las Noches Blancas son ya un imprescindible del verano para compartir con los amigos, en pareja o con toda la familia. Los asistentes a esta experiencia de ensueño, bajo un dress code all in white y en un escenario inigualable, están citados al atardecer para poder ver la puesta de sol sobre el Mediterráneo y continuar la fiesta hasta la madrugada.
La cena, diseñada especialmente por los prestigiosos chefs del resort, es una celebración de los sabores de la gastronomía mediterránea, con arroces y pescados como protagonistas en un menú para los paladares más sibaritas. La luna de verano, la luz de las velas y la música en directo convierten la cala en un paraíso único, donde disfrutar y compartir en plena naturaleza. Un entorno donde conectar con las montañas, las playas vírgenes y el mar, dejando atrás el ajetreo del día a día en la ciudad.
La Cala de La Manga Club se sitúa a tan sólo 3 kilómetros del hotel Príncipe Felipe 5*, dentro del exclusivo complejo y ofrece un lugar tranquilo donde tomar el sol o darse un baño. Los huéspedes del resort tienen acceso con transporte gratuito a esta privilegiada playa, al igual que a su restaurante que recibe el mismo nombre, La Cala, ubicado en lo alto de un acantilado, con vistas a la playa y al mar Mediterráneo. Un emplazamiento extraordinario que contribuye a que la experiencia gastronómica sea más completa en un entorno incomparable para una romántica velada a la luz de la luna o una agradable comida entre amigos.