Todos los miércoles de julio y agosto, a las 19.00 horas, la localidad de la Costa Brava invita a un divertido retorno al pasado a través de su Ruta Megalítica
Dólmenes, menhires, cistas, insculturas… los alrededores de Rosas son un auténtico museo arqueológico al aire libre que nos transporta a la prehistoria, 3.000 años antes de Cristo, para descubrir las raíces rosenses en el mágico entorno del Parque Natural del Cabo de Creus. Y para explicarlo de forma amena se han organizado visitas teatralizadas que harán las delicias de las familias con hijos. Entre otros vestigios prehistóricos se podrá admirar el dolmen de la Creu d’en Cobertella, el sepulcro megalítico más grande de Cataluña.
Aunque Rosas da la bienvenida al visitante con su gran joya patrimonial, la Ciutadella, y le despide con otro impresionante monumento, el Castillo de la Trinidad, esta localidad gerundense, referente de la Costa Brava, tiene otro atractivo cultural que nos devuelve a la prehistoria: su Ruta Megalítica.
Este conjunto arqueológico, protegido como Bien Cultural de Interés Nacional e integrado dentro del Parque Natural del Cabo de Creus puede admirarse durante todo el año en visitas guiadas. Pero este verano, quien decida acudir a Rosas podrá disfrutarlo de una manera muy especial: con visitas teatralizadas todos los miércoles de julio y agosto, a las 19.00 horas.
El punto de partida de estas visitas es el acceso a la joya de todo el conjunto megalítico: el dolmen de la Creu d’en Cobertella. Ubicado en el paraje de la llamada Casa Cremada, debe su nombre a la masía que lo rodea. Se trata del monumento megalítico más grande de Catalunya, construido con siete inmensos bloques de piedra colocados verticalmente y una losa de cubierta con un peso de más de 18 toneladas. Un sepulcro de corredor de cámara, con unas dimensiones de 3,90 metros de largo, 3,20 de ancho y 2,45 metros de alto.
Además de este dolmen también forman parte del itinerario, bien señalizado, los dos menhires de la Casa Cremada, el dolmen del Llit de la Generala, el dolmen del Cap de l’home, la cueva-dolmen de la Quarentena II, que data de 2.500 años antes de Cristo, o la cista del Pla de les Gates, sobre la loma de la Torre del Sastre y de cala Montjoi, donde su ubicaba El Bulli de Ferran Adrià, que fuera años atrás el mejor restaurante del mundo.
Esta Ruta Megalítica hace que en Rosas los dólmenes (mesas grandes de piedra), menhires (piedras verticales poco talladas), cistas (monumentos funerarios individuales) e insculturas (grabados rupestres) que pueden verse durante el trayecto salgan de los libros de historia y cobren vida en plena naturaleza por un recorrido por la montaña de poca dificultad, apto para todos los visitantes.