Han pasado 90 años desde la primera aparición de Popeye el Marino, icono animado de la cultura pop, en la tira cómica “Thimble Theater”. Este personaje de ficción, que se volvía invencible al comer espinacas, pasó del papel a la pequeña y a la gran pantalla en muy poco tiempo.
Tal fue la acogida y la fama que alcanzó alrededor del mundo, que en 1980 se decidió hacer una película en la que Robin Williams encarnaba el papel protagonista.
Para la realización del largometraje, pocos meses antes de su grabación se construyó un pueblo entero en Malta, en concreto en Anchor Bay, una de las zonas más conocidas para bucear en el archipiélago. El escenario original en el que se rodó la película no solo permanece en las islas, sino que se ha convertido en todo un reclamo turístico para los viajeros, especialmente para los más pequeños y aquellos adultos que aún tienen alma de niño.
Popeye Village está compuesto por 19 curiosas casitas de colores y en él diariamente se llevan a cabo varias actividades para entretener a todos los visitantes. Además de conocer a los personajes principales de la película -Popeye, Olivia, Bluto y Wimpy-, se pueden realizar paseos en barco por la bahía, acudir a varios espectáculos, visitar los diferentes museos y los niños podrán disfrutar en grande jugando en los trampolines de agua.
Así, en 2019, año en el que se celebra el 90 aniversario del nacimiento de uno de los personajes de dibujos animados más famosos de la historia, es una buena excusa para viajar al archipiélago maltés y revivir las aventuras del marinero visitando este pueblo de cómic, un destino familiar en el que la diversión está asegurada.
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