¿Eres un amante de la naturaleza en estado puro? ¿Te apasionan las playas salvajes e infinitas? ¿Disfrutas recorriendo ciudades donde la historia se hace tangible a cada paso? ¿Te confiesas un foodie empedernido? Si la respuesta a estas preguntas es un SÍ con mayúsculas, hay un paraíso que te está aguardando en el Caribe: República Dominicana.
Habrá pocos destinos con su eslogan promocional tan bien escogido como República Dominicana. Dicen que “lo tiene todo” y, en efecto, este país que ocupa los dos tercios de la isla La Española puede presumir de tenerlo todo para atraer al viajero.
Dada la localización del país, en el corazón de las Antillas, a República Dominicana no le faltan playas bellísimas
Sobre la belleza de sus playas dan testimonio cientos de artículos en la prensa de viajes y en las fotografías que suben a Instagram los miles de turistas que cada año viajan a descubrirlas; y que no se resisten a compartir con el hashtag #godominicanrepublic sus mejores selfies. Sin duda, las playas más conocidas se encuentran en el destino Punta Cana, en la región Este de República Dominicana, que es el primer foco turístico dentro del país.
Los maravillosos resorts todo incluido de Punta Cana están diseñados para disfrutar de las vacaciones en toda su extensión, ofreciendo todas las posibilidades imaginables para el ocio o para dedicarse al dolce far niente como en ningún otro lugar, con un cóctel en la mano y el horizonte marino como frontera.
La excursión que ningún turista alojado en este destino se pierde es Isla Saona. Sus preciosas playas atraen más visitantes que todos los parques nacionales dominicanos juntos. Saona es un escaparate tropical, una postal de ensueño, con extensas playas de arena blanca brillante y cocoteros gigantes. Normalmente se hace la excursión de un día, en lancha rápida o catamarán, disfrutando de los 19 kilómetros de navegación que hay que completar para alcanzar la isla. Isla Saona también es el sitio de anidación de tortugas más importante de República Dominicana, por lo que brinda la ocasión perfecta para contemplar estos animales en su hábitat.
Dada la localización del país, en el corazón de las Antillas, a República Dominicana no le faltan playas bellísimas en cualquiera de sus costas, la que da al mar Caribe o la que se asoma al océano Atlántico. En la zona Norte, destinos turísticos como Puerto Plata o Samaná, además de las playas salvajes de cocoteros que nos roban el corazón, destacan por riqueza natural exuberante, dominada por los bosques de jungla y manglares.
Como visita imprescindible en el cuaderno de viaje hay que marcar el Parque Nacional de Los Haitises
Como visita imprescindible en el cuaderno de viaje hay que marcar el Parque Nacional de Los Haitises. Esta selva virgen conquista a los amantes del ecoturismo que disfrutarán a sus anchas recorriendo en barca los vericuetos del parque y admirando los espectaculares islotes kársticos que emergen del mar, totalmente recubiertos de vegetación.
Y si de salir en busca de la naturaleza pura se trata, será una magnífica idea incluir en el itinerario del viaje una incursión al interior de República Dominicana. El pintoresco pueblo de montaña de Jarabacoa bien puede ser el destino escogido. Lo es también de muchos de los habitantes de las ciudades de Santiago y Santo Domingo que encuentran en él una escapada perfecta para los fines de semana. Temperaturas frescas, ríos y paisajes de un verde profundo hacen de Jarabacoa un lugar delicioso. Además, en esta zona ubicada a mayor altitud, es donde se cultiva el café, por lo que se puede aprovechar el viaje para visitar alguna de las plantaciones y saborear in situ el producto local.
Imperdible Santo Domingo
Después de disfrutar de la playa y la naturaleza que tan generosa es con República Dominicana no podemos olvidarnos de dedicar un par de día a recorrer su capital, Santo Domingo. Esta bella ciudad colonial, recia e histórica, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 1990. Fue la primera ciudad del Nuevo Mundo, fundada por los españoles en 1494.
La cocina criolla típica se nutre de las influencias de tres culturas: la española, la africana y la taína
Por eso, también aquí se encuentran la primera Catedral de las Américas y la primera Universidad. Visitar la Ciudad Colonial -nombre que recibe el centro histórico de Santo Domingo-, paseando por sus calles adoquinadas y jalonadas de palacetes del siglo XV, es revivir un pasado común que une a los pueblos dominicano y español.
Extraordinaria gastronomía
La gastronomía es otro de los alicientes para viajar a República Dominicana, aunque muchos turistas lo ignoren antes de su llegada. La cocina criolla típica se nutre de las influencias de tres culturas: la española, la africana y la taína, pueblo que originalmente poblaba la isla antes de la llegada de Cristóbal Colón. El original ensamblaje de esas tradiciones culinarias da como resultado una cocina que es referente en el Caribe. Sobre todo este año en el que Santo Domingo ostenta el título de Capital de la Cultura Gastronómica del Caribe por segundo año consecutivo.
Al calor de este reconocimiento otorgado por la Academia Iberoamericana de Gastronomía, la buena mesa dominicana -desde su expresión más popular hasta los restaurantes de alta cocina- está conociendo un auge sin precedentes. Es momento de aprovecharlo e incluir en nuestro periplo por República Dominicana un tiempo para saborear con deleite su exquisita gastronomía.
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