El Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) en coproducción con el Teatro de La Zarzuela clausuran el próximo lunes 3 de junio a partir de las 20h00 el XXV Ciclo de Lied con un programa especial protagonizado por los barítonos Thomas Quasthoff (como narrador) y Florian Boesch junto al tenor Michael Schade, acompañados por el pianista Justus Zeyen. El programa elegido para esta velada se sumerge en la esencia del Romanticismo, con lieder, dúos y melodramas compuestos por los grandes nombres de este género: Franz Schubert, Robert Schumann, Felix Mendelssohn, Johannes Brahms, Franz Liszt o Hugo Wolf, sobre textos de Joseph von Eichendorf y Heinrich Heine. A todo ello se unirá el lied ‘Das zerbrochene Ringlein’, rareza escrita por Friedrich Nietzsche con texto de Von Eichendorf.
Heine y Von Eichendorf: la poesía en el corazón del lied
Según el estudioso Luis Gago, "’Heine in der Musik’, el catálogo compilado por Günter Metzner, abarca doce gruesos volúmenes dedicados a explorar la fortuna musical de los poemas de Heinrich Heine, a pesar de lo cual no puede tenerse siquiera por exhaustivo: las cifras son abrumadoras, ya que se trata de más de dos mil quinientos compositores y una cifra que supera las ocho mil canciones inspiradas por el poeta alemán. Y resulta especialmente sintomático que hayan sido muchísimos los músicos que decidieron elegir poemas de Heine como la inspiración textual de su op. 1, como si ese hermanamiento les granjeara simbólicamente acceso al panteón de los liederistas más ilustres. El propio Brahms llegó a afirmar al final de su vida que había puesto música «a casi todo Heine» en su juventud, sin duda, una exageración, pero reveladora de que el poeta alemán había pasado a formar parte del ritual de bautismo de todo aquel que quisiera adentrarse por ese camino que había empezado a desbrozar Franz Schubert al filo de su muerte. Y la entrada no quedaba circunscrita a los alemanes: los franceses —en cuyo país vivió exiliado el poeta los últimos veinticinco años de su vida— hicieron suyo a «Henri Heine» (como reza la placa colocada en la casa en que murió, en el número 3 de la Avenue Matignon parisiense) casi como un compatriota, y no ha faltado incluso quien lo ha considerado el antecesor directo de un Jean-Paul Sartre o, más en general, de los intelectuales franceses engagés de la segunda posguerra mundial; en Italia, circularon profusamente los poemas de «Enrico Heine»; Gustavo Adolfo Bécquer adaptó entre nosotros sus versos; y, sin gran esfuerzo, encontraremos canciones con sus poemas traducidos al ruso firmadas por Chaikovski, Glazunov o Borodin. Poemas como «Du bist wie eine Blume» o «Leise zieht durch mein Gemüt» acumulan bajo su modestísimo puñado de versos centenares de versiones musicales.
El amor por la naturaleza y el deslumbramiento que sintió Joseph von Eichendorf al conocer la colección ‘Des Knaben Wunderhorn’ (lo que lo llevó a entablar amistad con sus compiladores, Achim von Arnim y Clemens Brentano) dejaron una honda huella en sus propios poemas, pródigos en referencias musicales y en descripciones de sonidos de la naturaleza, algo a lo que un oído tan sensible como el de Felix Mendelssohn no podía dejar de mostrarse receptivo. La música tiene también un papel determinante en su obra en prosa más difundida, ‘Aus dem Leben eines Taugenichts’ (De la vida de un inútil), un ejemplo de prosa poética de alta escuela protagonizada por un violinista errabundo y que acoge, asimismo, numerosos poemas y canciones. Sin alcanzar las prodigiosas cifras de Goethe o Heine, Eichendorff fue el tercer gran poeta predilecto de los compositores románticos: Dietrich Fischer-Dieskau cifró en más de cinco mil las canciones compuestas a partir de sus poemas desde que empezaron a publicarse, esto es, en los últimos sesenta y cinco años del siglo XIX.".
Durante casi cuatro décadas, Thomas Quasthoff ha movido los corazones de innumerables oyentes con su arte. Terminó su destacada carrera como cantante en 2012 aunque ha conservado sus estrechos vínculos con la música y el canto como profesor en la Hanns Eisler Music Academy en Berlín e impartiendo clases magistrales. Quasthoff fue uno de los cantantes más notables en su campo, invitado frecuentemente a cantar con la Berliner y Wiener Philharmoniker, entre otras con directores como Claudio Abbado, Daniel Barenboim, Christoph Eschenbach, James Levine, Bernard Haitink, Mariss Jansons, Zubin Mehta, Riccardo Muti, Seiji Ozawa, Sir Simon Rattle, Helmuth Rilling, Christian Thielemann y Franz Welser-Möst. Además de sus compromisos como docente ha desarrollado otras virtudes como narrador, comediante, moderador e incluso como actor. Tras su gran éxito en el otoño de 2012, donde apareció por primera vez como actor en el papel de Feste en ‘Twelfth Night’ de Shakespeare, continuó desempeñando este rol en el Berliner Ensemble durante 5 años hasta mayo de 2017.
Durante los últimos años Quasthoff ha demostrado que le gusta enfrentarse a nuevos desafíos. En 2010 lanzó su programa de soul/blues/jazz titulado ‘Tell It Like It Is’ que giró por toda Europa. Desde entonces, vuelve una y otra vez a los conciertos de jazz junto a algunos instrumentistas de renombre internacional: Frank Chastenier (piano), Dieter Ilg (contrabajo) y Wolfgang Haffner (batería). El año pasado su concierto ‘My favourite things’ cerró el ciclo Jazz en el Auditorio del CNDM.