Ha llegado la hora de atreverse a realizar un viaje diferente en familia. Un viaje por Moravia del Sur combina cultura, aventura y diversión para pequeños y mayores con la belleza de dos enclaves más extraordinarios de Chequia.
Descubriendo la ciudad dorada de Praga
La ciudad dorada o la ciudad de las cien torres son algunos de los nombres que recibe Praga, una de las veinte urbes más visitadas del mundo y un lugar perfecto para comenzar a conocer la República Checa. Su casco antiguo, el Castillo de Praga –el más grande del mundo–, las callejuelas serpenteantes del Barrio Judío que parecen salidas de una novela de Franz Kafka o el puente de Carlos son visitas indispensables en la primera toma de contacto con el país.
Al día siguiente es turno para que los más pequeños disfruten con un paseo en barco al parque zoológico de Troja, situado al norte de la ciudad, seguida de una subida en funicular a la torre de Petřín donde además de disfrutar de unas espectaculares vistas, pasarán un rato genial en su laberinto de espejos. Una cena en barco por el río Moldava pondrá el broche de oro a la estancia en la capital checa.
Los tesoros de Brno
Es hora de poner rumbo en tren a Brno, hermana pequeña de Praga y siguiente parada del viaje. La República Checa tiene una de las redes ferroviales más densas de Europa y desplazarse sobre raíles por el país es cómodo, económico y muy sencillo. El mercado de las flores y verduras, su casco antiguo y el parque de atracciones científico VIDA! son paradas obligadas en la vibrante capital de Moravia del Sur.
La aventura empieza de verdad el quinto día de viaje con la visita en coche privado al Karst Moravo, una impresionante región calcárea al norte de Brno, surcada por numerosas cuevas y profundos cañones. Navegar por la cueva Punkevní jeskyně o subir en funicular al precipicio Madrastra hará las delicias de toda la familia.
El soberbio palacio de Lednice, la joya del área de Lednice-Valtice y uno de los complejos góticos ingleses más hermosos en Europa, es el siguiente destino. Un tranquilo paseo barco hacia Minarete permitirá apreciar toda la belleza natural de esta fértil región surcada de viñedos antes de seguir contemplando más tesoros culturales, como el palacio de Lichtenstein en Valtice, la capital del vino. Las delicias gastronómicas locales serán otro de los atractivos de la jornada.
Desde la ciudad de cuento de hadas de Mikulov comienza el penúltimo día de viaje con el traslado a Dolní Věstonice para disfrutar de un maravilloso viaje en globo por las colinas de Pálava, seguido de un paseo por las colinas calcáreas de esta reserva de la biosfera. Un almuerzo en Pavlov y una visita al centro histórico, la sinagoga y el cementerio judío de Mikulov cerrarán una jornada para el recuerdo antes de regresar a casa vía Praga de nuevo.