Gabino Diego, Inma Barrionuevo, Gaspar Campuzano, Enrique Bustos, Mª Ángeles Pérez-Muñoz y Francisco Sánchez interpretan el texto de Eduardo Calonge “El desguace de las musas”, bajo la dirección de Paco de la Zaranda…
Se presentó por parte de la directora Carme Portacelli, y junto a los integrantes de La Zaranda - Teatro Inestable de Ninguna Parte, ‘El desguace de las musas’, una coproducción del Teatro Español, junto al Teatre Romea y la propia compañía que arranca el 22 de mayo en la en la Sala Principal del Teatro Español de Madrid y donde se podrá ver hasta el domingo 9 de junio.
Tras el éxito cosechado la temporada anterior con ‘Ahora todo es noche’, vuelven al Teatro Español con su nuevo espectáculo que lleva por título ‘El desguace de las musas’. Un texto que una vez más firma Eusebio Calonge y dirige Paco de la Zaranda en un intento por denunciar, a través de su particular lenguaje y esperpento, la situación actual que atraviesa la cultura en constante destrucción.
El montaje nos sitúa en un viejo y andrajoso cabaret del barrio chino de Barcelona, metáfora de una realidad degradada a burdo espectáculo. Los encargados de dar vida a los personajes que habitan el establecimiento son: Gabino Diego, Inma Barrionuevo, Francisco Sánchez, Gaspar Campuzano, Enrique Bustos, Mª Ángeles Pérez-Muñoz.
Gabino Diego se sumerge por primera vez en el mundo de la compañía andaluza y, en esta ocasión, representa a Melvin Kentuky, un hortera de manual de trajes tan cutres como estrambóticos, restos de showman y ruina de caricato, versátil cantante que desafina en cualquier estilo. Completan el reparto Inma Barrionuevo, (como Corín La Volcán: de primera vedette que los afiches mostraban escultural al que parece su negativo: desgarbada, cegata, cursi y sentimental. Malvive de sus recuerdos sorbiendo las escurriduras del presente), Gaspar Campuzano (Gitanillo de Miami o Culipicao, de erotismo dudoso y turbulento. Mal depilado, la talla de sus hombros, las manos y su nuez, revelan lo que las gruesas capas de maquillaje ocultan); Enrique Bustos (Don Pepe. De legendario macarra de punta en blanco a mugriento empresario con incontinencia fecal. Se diría que yace dentro de su deslucido frac, un peluquín rubio, como el pellejo de una alimaña cubriéndole la calavera, gafas de sol y tubo por la nariz de un respirador ambulante que le acompaña a todas partes). Y para completar el reparto Mª Ángeles Pérez-Muñoz (Juani la Tosca o LaToscanina, fulana enclenque y desabrida, siempre dispuesta a la reyerta, que gastó sus huellas en las teclas del grasiento piano).