En febrero se puede vivir la magia del carnaval veraniego más largo del mundo al ritmo del tamboril, las llamadas y las murgas.
Vedettes sensuales y llamativas inundan las calles de Uruguay bailando al son que marcan los tambores de las comparsas. El Carnaval está en marcha y entre purpurinas y murgas esperan la llegada de los turistas vestidos con sus mejores galas. Colores llamativos, disfraces curiosos pero, sobre todo, bailes a la noche al ritmo de las sambas y mucha diversión. Los desfiles callejeros recorren el país de punta a punta y los escenarios al aire libre causan sensación entre todos aquellos que se dejan deleitar por el espectáculo.
Hasta el mes de marzo, Montevideo es el epicentro de esta exhibición de música y color, aunque el país entero está de celebración.
Plumas, maquillaje y un vestuario arrebatador es lo que siempre nos viene a la cabeza cuando hablamos de los carnavales. Entonces ¿Qué distingue a Uruguay del resto? Para empezar es el Carnaval más largo del mundo. Durante 50 días el país transforma sus calles en un no parar de desfiles, música, color y buen ambiente. A esto hay que sumarle que es una fiesta considerada de interés turístico Nacional y que además es la más popular del país.
Hasta el próximo mes de marzo el foco de esta maravillosa celebración está puesto en Montevideo, la capital uruguaya. Sin embargo, en todo lo largo y ancho del país se realizan diferentes desfiles y actuaciones. Cada una tiene sus particularidades en función de la tradición de la región, pero la esencia es la misma. La purpurina, los disfraces, la diversión, el baile y el buen ambiente han invadido Uruguay.
Vestidos con sus mejores galas, las murgas típicas toman los tablados barriales y se dedican a cantar las sátiras creadas por ellos mismos sobre los políticos, los deportistas y los personajes más populares. Son las hijas de las chirigotas españolas. Y nunca mejor dicho, pues surgieron precisamente cuando un grupo español fue a tocar a Uruguay y al no tener dinero suficiente para volver, salieron a las calles a tocar con la gorrilla en la mano para recaudar fondos y poder volver. Así nacieron las murgas, creciendo hasta convertirse en el gran atractivo de los carnavales uruguayos. Un aliciente más para disfrutar de esta grandiosa fiesta en la que se respira alegría por los cuatro costados.