La capital del Ecuador, es una ciudad donde los matices coloniales de su Centro Histórico contrastan con sus modernos edificios del presente. La cultura del mestizaje la llevaron a convertirse, en 1978, en la primera ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, que posee el perímetro más amplio de arquitectura colonial de América Latina.
Quito esconde muchos lugares, conocidos como tradicionales, porque tras de sí está una historia, una leyenda, un acontecimiento… recorrer estos lugares es la manera de descubrir los secreteos que guardan y que los hacen distintos y tradicionales.
Quito esconde muchos lugares, conocidos como tradicionales, con una historia, una leyenda
Las primeras casas de teja y la construcción del popular sitio de ‘El Tejar’
Es a mediados de 1541, cuando aparece la primera casa de teja en Quito. Su primer propietario fue un individuo progresista, llamado Juan de Larrea, que posteriormente y tras algunas mejorías la vendió al Rey para los servicios del Gobierno.
Cuenta la historia que, antes que se fundada la ciudad de Quito, donde hoy se ubica el barrio de El Tejar‟, ya se fabricaban tejas y adobes, fue allí donde Juan de Ampudia, enviado por Sebastián de Benalcazar, preparó las condiciones previas para la creación de Quito. Por ello, se dice “Quito no fue fundada primero por los cimientos, sino por las tejas”.
Actualmente Tejar, agrupa a 10 barrios, es el portón de entrada al centro de la ciudad, los famosos hornos en que se hacían las tejas ya no existen, y entre sus principales cambios, está la construcción de los túneles del mismo nombre, que cambió totalmente la fisonomía del lugar, antes había más espacios verdes.
Así mismo, la identidad y las costumbres del barrio han ido cambiando. Por el asentamiento desordenado de los comerciantes el barrio se volvió inseguro, y se lo empezó a conocer como el barrio Ipiales.
Las fiestas religiosas como la Virgen del Tránsito, que llenaban las calles del sector durante las noches, perdieron continuidad. En una sección del libro Retrospectiva de la memoria de El Tejar, se resalta a este barrio como un ícono de la historia. Se rescata lugares emblemáticos como la Capilla de San José, la cripta donde descansan los restos del patriota Eugenio Espejo, en aquel entonces era el único lugar donde se podía enterrar a los indígenas y mestizos. En los últimos años el Comité Barrial de El Tejar, ha venido empeñándose por recuperar su identidad, el primer logro fue recobrar su nombre.
Las primeras calles de Quito
Cuando se camina por el Centro Histórico, sus calles, monumentos, iglesias, nos trasladan a un pasado de ricas vivencias. Pronto nos surge la inquietud de conocer más sobre su Historia Colonial, sus primeras calles, sus quebradas, sus orígenes, como fueron cambiando ante el crecimiento de la ciudad. La primera calle, más conocida como la calle real o la calle angosta, y que luego adoptó el nombre de Pichincha, fue la que actualmente conocemos como la calle Benalcazar.
A mediados de 1541 aparece la primera casa de teja en Quito
La historia dice que, al trazar la ciudad, se determinó expresamente que esta calle tuviese 35 pies de ancho. El motivo para que esta fuese la primera calle real, obedeció a que ella arrancaba desde la primera plaza pública (delante de La Casa del Toro). Esa primera plaza es lo que hoy conocemos como la Plaza Benalcazar, junto al ex colegio Simón Bolívar. Otra de las calles que aparecieron un tiempo después, fue la calle, vulgarmente llamada, La Compañía, actual García Moreno, también conocida como de las siete cruces, en alusión a las siete iglesias, capillas, monasterios, ubicadas a lo largo de su trayecto, estas son: Santa Bárbara, La Concepción, La Catedral, El Sagrario, La Compañía, El Carmen Alto (monasterio) y la capilla de San Lázaro.
Las calles de Quito, con el paso del tiempo han ido adquiriendo jerarquías de acuerdo con su posición. Según un cronista de la época colonial, al referirse a la García Moreno, la mencionó como la de mayor importancia del Quito colonial, una de las pocas trazadas por los conquistadores.
Barrios históricos
Una de las principales razones para visitar Quito, un sitio declarado Patrimonio de la Humanidad por la preservación de su historia, arquitectura, arte y tradiciones como ninguna otra ciudad de América del Sur, es descubrir sus tesoros caminando por su casco histórico y sus hermosos barrios históricos.
San Juan
El barrio de San Juan se caracteriza por su empinado ascenso hacia el Pichincha que conserva aún sus lindas casas de tejas, veredas con gradas para facilitar las andanzas de los lugareños, hogar de la quesadilla quiteña y de un fabuloso centro de arte moderno
Actualmente el Tejar, agrupa 10 barrios, es el portón de entrada al centro de la ciudad
San Marcos
Un barrio que mágicamente deja atrás el atolladero del centro y se llena de una plácida calma, hogar de artistas, con una estampería, casas de antigüedades, galerías, acogedores cafés y restaurantes… y algunos de los rincones más pintorescos de la ciudad.
La Tola
El llamado “barrio más barrio de todos”, ali se puede encontrar desde zapatos de flamenco, hostales para extranjeros hasta un coliseo, una plaza de toros y una gallera…
San Roque
Conocido por sus grandes artesanos, por conservar una de las últimas calles adoquinadas de la ciudad, por sus iglesias (y mercado) de San Francisco, San Roque y Santa Clara…
Mama Cuchara
Colindando con San Marcos, Mama Cuchara conserva mucho de su personalidad tranquila y artística, con una vista espectacular, el inmenso complejo Qmanda y la preciosa Capilla de los Milagros.
La Ronda
Donde nació la bohemia en Quito, un rincón de artistas, de grandes bebedores y fiesteros de la época y leyendas imperecederas del Quito antiguo que conserva sus adoquines y la estructura de sus viejas casas, recientemente remodeladas para acoger una serie de emprendimientos artísticos y culinarios de interés.
La primera calle, fue la que actualmente conocemos como la calle Benalcazar
Barrios modernos
Quito primero empezó a expandirse hacia el norte a partir de inicios de los 1900, cuando las fincas y haciendas, hogar de inmensos potreros, poco a poco fueron concebidos para dar cabida a la nueva ciudad.
La Mariscal, el primer barrio moderno en desarrollarse del centro colonial. Es ahora un lugar de entretenimiento, por la mañana podrás ir de compras y tomar cafés y por la noche podrás cenar y tomar unas cervezas.
Iñaquito / La Carolina, dominado por el multifacético parque de La Carolina y centro comerciales, este creciente barrio financiero también ha sido dominado atractivas cafeterías, excelentes panaderías y buenos restaurantes… además el cine más grande de Quito.
Guápulo, un pueblo en las afueras se ha convertido en uno de los barrios más especiales de Quito, con una emergente vida nocturna y vistas espectaculares, dominada por la cúpula elegante de la iglesia de Guápulo.
La Floresta, la creatividad de las nuevas generaciones este barrio residencial en un lugar moderno, con cafeterías alternativas, centros culturales y lugares de encuentro.
Itchimbía, uno de los parques más queridos de Quito con rutas de ciclismo y caminatas, y una vista despampanante de las cúpulas del Centro Histórico.