Tenerife es una isla que seduce y atrae por su gran diversidad paisajística. En menos de una hora de recorrido, el visitante puede pasar de encontrarse en la playa, en un bosque de la Era Terciaria o en un paisaje volcánico, contrastes que ya apreciaron en su día figuras ilustres como Alexander Von Humboldt o el mismísimo Charles Darwin.
La Isla es un destino que cumple las expectativas de los viajeros más activos, puesto que es ideal la práctica deportiva, pero también de aquellos que buscan experiencias únicas y exclusivas.
Se trata de la única Isla canaria con seis estrellas Michelin, lo que viene a poner en valor su enorme patrimonio gastronómico y enológico, con productos de la tierra para una cocina que mezcla tradición y vanguardia, y en la que se han fijado reputados chefs de fama internacional para ubicar sus restaurantes en algunos de los mejores establecimientos hoteleros de la Isla.
La Isla les sorprenderá con uno de sus grandes tesoros verdes, el Parque Rural de Anaga
El cielo de Tenerife es tan puro y tan claro que está considerado uno de los mejores del planeta para la observación astronómica. El Parque Nacional del Teide y sus cumbres cuentan con la certificación “Starlight” como Destino Turístico y como Reserva y constituye un espacio ideal para disfrutar de la visión de los anillos de Saturno, los cráteres de la Luna o infinitas galaxias y nebulosas. Desde las Cañadas del Teide, con una contaminación lumínica prácticamente inexistente, es posible adentrarse en el mundo de la astronomía y disfrutar de la observación de numerosas constelaciones. Para los más atrevidos, el Refugio de Altavista, ubicado a 3.260 metros de altitud, es una de las mejores opciones para pasar la noche y “tocar las estrellas”, así como para disfrutar de uno de los amaneceres más espectaculares de la Isla.
Su ubicación y sus costas convierten a Tenerife en uno de los principales destinos para la observación de cetáceos. 21 de las 79 especies existentes en todo el mundo habitan en la Isla, con una colonia estable de unos 500 calderones tropicales y 250 delfines mulares.
Para los que les gusta perderse en la naturaleza, la Isla les sorprenderá con uno de sus grandes tesoros verdes, el Parque Rural de Anaga. Vestigio de la Era Terciaria, está catalogado como reserva de la biosfera y esconde frondosos bosques de Laurisilva con una espectacular vegetación que conforma caprichosos túneles de árboles en un entorno casi mágico.
Así es Tenerife 2.034 kilómetros cuadrados de experiencias y 3.000 horas de luz solar al año para disfrutarlas.