Londres es un destino ineludible para los aficionados al turismo urbano. Al igual que sucede con París o Roma, la capital de Gran Bretaña nunca defrauda, pero tiene una serie de particularidades que vale la pena conocer antes de emprender viaje. La información nunca está de más y si vamos preparados podremos sacarle un partido excelente a la visita.
Los preparativos empiezan por conocer la historia de Londres, localizar los puntos de interés y familiarizarse un poco con las costumbres y la particular idiosincrasia de los británicos. Después, habrá que elaborar unas rutas que nos permitan aprovechar el tiempo y disfrutar al máximo de nuestra estancia en la capital. Finalmente, quedan las cuestiones prácticas:
¿Qué ropa llevar?
En Gran Bretaña el tiempo es variable y bastante más fresco que en España. Su clima se define como oceánico-templado, que se traduce en humedad y en cambios constantes a lo largo del día que pueden acabar en lluvia. En verano la temperatura media durante el día puede oscilar entre los 20 y los 27 grados y por la noche refresca bastante, así que hay que llevar en la maleta alguna prenda que abrigue.
Y no os olvidéis el paraguas o el chubasquero. Aunque no suelen caer cantidades importantes, la lluvia puede hacer acto de presencia en cualquier momento y conviene estar precavidos.
¿Dónde cambiar moneda?
Pese a haber pertenecido a la Unión Europea, Gran Bretaña nunca perdió su moneda: la libra esterlina (en inglés, pound sterling). Una libra se divide en 100 peniques y su equivalencia respecto al euro puede sufrir oscilaciones. Por lo general, una libra equivale a poco más de un euro.
Si estáis pensando en cambiar euros por libras antes de iniciar el viaje, no perdáis el tiempo. Resulta mucho más rentable dirigirse a una oficina de cambio en Londres porque las comisiones son más bajas. Pero no lo hagáis en el aeropuerto, allí todo resulta mucho más caro. Otra opción para ahorrar en el cambio es pagar con tarjeta de crédito, ya que las comisiones son menores.
La vida en Londres es cara, así que id preparados mentalmente para gastar. Las tarifas de los transportes, por ejemplo, son muy elevadas respecto a España y lo mismo ocurre con la alimentación. En la medida de lo posible, adquirid un abono de metro y bus para varios días. Resultan más económicos que pagar un billete sencillo y algunos títulos de transporte incluyen descuentos en museos.
Refresca tu inglés
Moverse por Londres sin saber una palabra de inglés puede ser realmente complicado. Todo absolutamente está en esa lengua y, en general, nadie hace el esfuerzo por comunicarse en otro idioma. No os fieis tampoco del conocimiento de otras lenguas en la recepción de los hoteles. Encontrar algún recepcionista que hable español es francamente difícil, así que habrá que hacer un esfuerzo y llevar preparadas algunas frases de casa.
Atrasa el reloj
Conviene recordar que en Inglaterra hay una hora menos que en España. Es importante tenerlo presente para concretar la entrada en los hoteles y cuadrar los transportes tanto a la ida como a la vuelta. Para ir con tranquilidad, recomendamos cambiar el reloj en el avión y hacer lo mismo a la vuelta. De esta manera, no habrá posibilidad de error.