Falmouth, uno de los destinos más exclusivos de Jamaica. Un pueblo portuario con más de 240 años de historia, ubicado en la costa norte, entre Montego Bay y Ocho Ríos, que conserva la arquitectura Georgiana de la época, mostrando a sus visitantes hermosos corredores, casas coloniales… Falmouth acoge la mayor cantidad de edificios de dicho estilo británico de la isla y mantiene el espíritu local y una belleza decadente. A su puerto marítimo llegan innumerables cruceros procedentes de todo el mundo. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por las Naciones Unidas, y es un Monumento Nacional de Jamaica.
Fundada por Thomas Reid en 1769, y floreció como un centro de mercado y puerto durante cuarenta años, en un momento en que Jamaica era el líder mundial en productor de azúcar. La ciudad fue meticulosamente planeada desde un principio, con amplias calles, abastecimiento de agua… por ejemplo, Falmouth tuvo agua corriente antes que Nueva York. Así de lujosa y rica era la vida en el siglo XVIII en esa ciudad.
Denominada Falmouth por la ciudad inglesa homónima situada en Cornualles
Denominada Falmouth por la ciudad inglesa homónima situada en Cornualles, hogar de nacimiento de sir William Trelawny, gobernador de la isla. El comercio de azúcar y ron la convirtió en el puerto más concurrido de la costa norte de Jamaica. Por su belleza y esplendor se la consideraba el “París de las Indias”, y llegó a tener cinco periódicos, una gran vida social, artística, literaria y comercial y el mercado costero más famoso de la zona, el Albert George Market.
Tras el declive de la industria del azúcar en el siglo XIX, el brillo en Falmouth también se apagó. Sin embargo, con el paso del tiempo se ha convertido en una ciudad encantadoramente decadente. A día de hoy, contiene la mayor colección de edificios georgianos del país, que varían en su uso y que convierten un paseo por la localidad en un viaje en el tiempo y la arquitectura.
Falmouth Restoration Corporation, un grupo de profesionales, académicos y ciudadanos, ha gestionado y supervisado la restauración de edificios por toda la ciudad, no sólo de grandes construcciones públicas o mansiones de las altas clases, sino también de hogares de diversos miembros de la clase obrera y antiguos esclavos emancipados. Entre los más memorables destacan la comisaría de policía, en Duke Street; la casa Barrett; la fundición Phoenix; la mansión baptista de William Knibb; la iglesia anglicana de St Peter, el edificio más antiguo de la ciudad y, por supuesto, el icónico Albert George Market.
Además de una ciudad muy rica arquitectónicamente, Falmouth es un clásico ejemplo de una localidad esencialmente jamaicana, y en ella se pueden ver a los niños y adolescentes yendo y viniendo de colegios, las señoras charlando a la puerta de la iglesia, los vendedores de frutas y verduras haciendo negocio en mercados callejeros y, en el medio, los turistas recién desembarcados de los barcos que llegan a puerto. En 2011 abrieron un nuevo muelle con capacidad para grandes cruceros, y ahí atraca el Oasis of the Seas, uno de los más grandes del mundo.
En las proximidades de Falmouth, los viajeros pueden disfrutar de muchas otras actividades. Una de las más populares es el descenso en balsas de bambú por el río Martha Brae en compañía de un experto “capitán de barco”. No es nada extraño que, durante la hora que dura el recorrido, el guía amenice el viaje con canciones típicas. También es posible llevar comida para hacer un picnic mientras se disfruta de la naturaleza de la zona.
Un museo vivo
Considerado un ejemplo vanguardista de diseño moderno y desarrollo de un puerto de cruceros. El nuevo Puerto histórico para cruceros de Falmouth, abierto a inicios de 2011, ha atraído el interés y las visitas de ejecutivos portuarios regionales y de agencias turísticas nacionales, y se ha ganado la satisfacción de los usuarios.
Floreció como un centro de mercado en un momento en que Jamaica era el líder mundial en productor de azúcar
Establecido durante el auge azucarero del siglo XVIII, hoy en día el pueblo es un museo vivo que tiene algunos de los mejores ejemplos de arquitectura Georgiana del Caribe.
El distrito histórico de Falmouth es patrimonio nacional, con muchos edificios de finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. También reconocido por el Fondo Mundial para los Monumentos, Su enorme patrimonio arquitectónico inspiró el diseño del puerto, el cual genera una integración natural con el pueblo histórico.
El puerto tiene dos atracaderos con capacidad para recibir barcos de tan gran porte como los gemelos Oasis y Allure of the Seas de Royal Caribbean, así como para manejar cifras de pasajeros y tripulantes que sobrepasan las seis mil personas.
Planeado como extensión de la comunidad local, el Puerto histórico para cruceros de Falmouth provee una amplia lista de servicios y actividades para turistas y locales, incluyendo restaurantes, tiendas duty-free, boutiques, mercado de artesanías; además de los atractivos y puntos de interés históricos auténticos.
Atractivos y patrimonio histórico
El Puerto histórico de Falmouth presenta más de 60 atractivos para los cruceristas y permite a sus visitantes explorar la historia del pueblo con un recorrido a pie del patrimonio histórico de Falmouth, que destaca la impresionante colección de ejemplos que se conservan de la arquitectura y el rico pasado del pueblo.
La Parroquia Trelawny de St. Peter. Este lugar de adoración fue construido en 1796 y tiene un púlpito y bóvedas altos, vitrales y detalles en caoba. Su cementerio tiene tumbas de más de 200 años de antigüedad. Es uno de los edificios más altos del pueblo y su campanario ofrece una hermosa vista elevada de Falmouth.
Falmouth tuvo agua corriente antes que Nueva York. Así de lujosa y rica era la vida en el siglo XVIII en esa ciudad
Iglesia bautista en honor a William Knibb. Bautizada en honor al ministro bautista e influyente abolicionista William Knibb, esta iglesia ha servido como centro para aquellos que profesan la fe bautista en el noreste de Jamaica durante casi dos siglos. Knibb organizó la construcción del edificio original y fungió como pastor desde 1830 hasta su muerte en 1845. Durante el siglo XIX, los bautistas estuvieron al frente del movimiento anti-esclavista de Jamaica y esta iglesia fue su centro. El edificio actual fue erigido en 1948 por el gobierno de Jamaica en reconocimiento de la capilla histórica de Knibb que fue destruida por el huracán de 1944. Knibb fue sepultado en el patio de la iglesia, donde actualmente hay monumentos dedicados a él, a sus familiares y a otros ministros bautistas.
Casa Davidson. Una señorial casa de dos pisos que fue originalmente la sede de la casa Creole propiedad de Mary Gairdner, una mujer de color libre que la heredó a su hijo Thomas Davidson. La casa también fue cuartel del Complejo Militar del Fuerte Balcarres.
Los tribunales de Falmouth. Un grandioso e imponente edificio. El actual es una réplica de la estructura Georgiana original de 1815, que fue destruida por un incendio en 1926. En el costado del tribunal que da hacia el mar hay un pequeño cenotafio, erigido para honrar a los soldados jamaiquinos que combatieron y murieron durante la Primera y Segunda Guerra Mundial. El tribunal fue escenario de acalorados debates durante el movimiento de emancipación y volvió a serlo durante las discusiones que llevaron a la independencia política de Jamaica de Inglaterra en 1962.
Casa Barrett. Construida en 1798 por Edward Barrett, esta casa es el mejor ejemplo del tipo de edificio que distingue a Falmouth. La familia vivía en el piso superior, que ya no existe, mientras que el piso inferior servía como tienda y almacén. Al quedar alineadas lado a lado, los pisos superiores de estas casas comerciales creaban arcos comerciales para proteger la pálida piel de las damas inglesas del sol del Caribe.
Casa Arleigh. Construida alrededor de 1795, alguna vez albergó una exclusiva escuela operada por Arabella Moulton Barrett, quien era familiar de Elizabeth Barrett Browning. Este edificio de dos pisos preserva sus columnas originales y el rasgo distintivo de las tejas verticales en los muros externos del piso superior.
La residencia bautista. Esta construcción de piedra finamente labrada fue erigida como Templo Masón en 1798. Los arcos góticos de las ventanas del segundo piso eran poco usuales en el Caribe hacia finales del siglo XVIII y pueden haber sido usados para resaltar la naturaleza mística y exótica de los ritos masones. Fue comprada por la Misión Bautista al inicio del siglo XIX y fue la residencia de William Knibb. Este edificio es la base actual de Falmouth Heritage Renewal – una organización sin fines de lucro dedicada a salvar el patrimonio histórico, cultural y arquitectónico de Falmouth.
A día de hoy, contiene la mayor colección de edificios georgianos del país
La Plaza del Agua. Sede de uno de los primeros sistemas públicos de agua de la isla. Los residentes de Falmouth tuvieron agua entubada antes que Nueva York. Ubicada cerca de los embarcaderos, la Plaza del Agua era donde se mantenía el suministro de agua dulce de Falmouth. En un inicio los residentes del pueblo dependían de agua traída de pozos someros privados. El crecimiento, la importancia del puerto como punto de reabastecimiento de los barcos y la amenaza constante de incendios motivaron a buscar una mejor fuente de agua y hacia 1804, la Falmouth Water Company construyó un canal de desvío, almacenando el agua en un enorme tanque en el centro de la Plaza del Agua.
Mercado Albert George. Construido en 1894, el Mercado Albert George fue el escenario de la intensa actividad comercial de Falmouth y es ahora el atractivo más prominente de la Plaza del Agua de Falmouth. Desde 1800 la Plaza del Agua fue el distrito central de Falmouth para el comercio de bienes importados e insumos locales. Estaba rodeada de tiendas y comercios que vendían mercancía internacional, incluyendo bienes de lujo de Inglaterra, además de bienes e insumos locales. Desde la década de 1840, el mercado Albert George fue el área principal para las compras en la Costa Norte.