Que toda la vida es sueño
Y los sueños, sueños son.
Así termina el celebre monólogo de Segismundo, en la obra de Calderón de la Barca ‘La vida es sueño’…
La vida es sueño o es pesadilla, o es un sueño que se convierte en pesadilla cuando eres consciente de que todo es un sueño, un mal sueño…
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando…
Así comienza el soliloquio.
Llega al Teatro Bellas Artes del 6 al 24 de junio esta obra…
‘La vida es sueño’ es verso, es ritmo, es expresión existencial, denuncia frente al poder cruel, reflexión vital. Todo ello podemos encontrarlo aquí y ahora en expresiones estéticas y musicales de cultura urbana. La Polonia que aparece en la obra es un mundo opresivo, cerrado, claustrofóbico al que vemos un paralelismo en determinados ámbitos contemporáneos urbanos, con sus propias leyes internas, donde la violencia se expresa en reglas de poder estrictas. Los ocho intérpretes, siete actores y un músico que están permanentemente en escena, van a crear ese mundo casi penitenciario, donde la pertenencia o no al grupo marca la posibilidad misma de la existencia.
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe,
Dirigida por Carlos Martín, y con dramaturgia de Alfonso Plou.
Con la compañía del Teatro del Temple.
y en cenizas le convierte
la muerte, ¡desdicha fuerte!
¿Qué hay quien intente reinar,
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte?
REPARTO
Segismundo: José Luis Esteban
Basilio: Yesúf Bazaán
Clotaldo: Félix Martín
Rosaura: Minerva Arbués
Astolfo: Francisco Fraguas
Estrella: Encarni Corrales
Clarín: Alfonso Palomares
Músico: Gonzalo Alonso
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
…
En nuestra versión busca combinar el respeto de la esencia y la letra del original con una novedosa resituación escénica. Creemos que la joya literaria que es debe ser trasformada para convertirse en la materia escénica que va a ser. Por eso hemos intervenido en el texto levemente reduciendo algunos pasajes demasiado narrativos para favorecer el ritmo dramático, también actualizando algunas formas verbales y clarificando desde una óptica contemporánea pero atemporal algunas metáforas.
Una sombra, una ficción
Y el mayor bien es pequeño:
Que toda la vida es sueño
Y los sueños, sueños son.