Hasta el 5 de agosto
El Museo del Prado y el Museo Boijmans Van Beuningen presentan “Rubens. Pintor de bocetos”, una exposición, patrocinada por la Fundación AXA y con la colaboración del Gobierno de Flandes, que profundiza en el estudio de Rubens como el pintor de bocetos más importante de la historia del arte europeo.
De los cerca de 500 bocetos que pintó Rubens a lo largo de su carrera artística, para esta exposición se han logrado reunir 73 procedentes de importantes instituciones de todo el mundo como el Louvre, el Hermitage, la National Gallery o el Metropolitan de Nueva York que, junto a una selección de los conservados en el Prado y el Boijmans -dos de las mayores colecciones que existen-, se exhibirán durante cuatro meses en la sala C del edificio Jerónimos. Además, hasta completar un total de 93 obras, se podrán contemplar algunos dibujos, estampas y pinturas del propio Rubens que dan contexto a los bocetos.
Tras su paso por el Prado, en septiembre, “Rubens. Pintor de bocetos” llegará al Museo Boijmans Van Beuningen de Róterdam.
RUBENS
Pedro Pablo Rubens es uno de los grandes pintores flamencos del barroco del siglo XVII.
Jan Rubens, su padre, era abogado y funcionario municipal en Amberes. Cuando se convirtió del catolicismo al calvinismo tuvo que abandonar Flandes para exiliarse en Siegen (Alemania), donde nació Pablo Rubens. A la muerte de su padre en 1587, su madre regresó con sus hijos a Amberes y volvieron a convertirse al catolicismo.
La escasez económica lo llevó a trabajar como paje para la corte hasta que decidió hacerse pintor. Su primer aprendizaje artístico fue hacía 1591, con Tobias Verhaecht, un pintor flamenco de paisajes. Después, se formó en el taller de Adam van Noort y en el de Otto van Veen. Todos ellos eran pintores flamencos menores, influidos por el manierismo del siglo XVI de la escuela florentino-romana.
En 1598, a los 21 años, concluye su formación superando el examen de maestro ante la Guilda de San Lucas de Amberes y viaja a Italia para ampliar su formación artística estudiando las obras del Renacimiento. En Venecia se sintió atraído por las obras de Tiziano, Veronés y Tintoretto, que tendrán gran influencia en su producción. Allí conoció a un noble que le recomendó para trabajar en la corte del duque de Mantua, Vincenzo Gonzaga, quien lo contrató durante un periodo de nueve años.
En 1608, el delicado estado de salud de su madre le obligó a regresar a Amberes. Allí se casó con Isabella Brant en 1609, fue considerado el pintor más importante de Flandes y requerido como pintor de corte del archiduque austriaco Alberto y de su esposa, la infanta española Isabel, que gobernaban los Países Bajos como virreyes al servicio del rey de España.
En 1628 los virreyes de Flandes lo envían a España. Estuvo al servicio de Felipe IV, quien le nombró secretario de su Consejo Privado y fue mentor del joven pintor español Diego Velázquez.
Finalmente, falleció el 30 de Mayo de 1640 en su casa de Amberes, a punto de cumplir los 63 años. Su pintura ha ejercido enorme influencia en otros artistas como Jean Antoine Watteau, Delacroix o Auguste Renoir.