Esquiar en el país de la brecha divina, uno de los parajes más conmovedores e impresionantes de Europa, es una experiencia inolvidable. El Circo de Gavarnie permite alcanzar en esquís, snowboard o raquetas un altar formado en la era cuaternaria, hace unos 2 millones de años, en tiempos del Homo Sapiens y cuando el hielo se extendió en forma de glaciares sobre más de la cuarta parte de la superficie terrestre.
Ubicada en un valle perfecto de la región francesa de Altos Pirineos, la estación de nieve de Gavarnie-Gédre es lo más semejante a esquiar en el paraíso.
Cuenta la leyenda que La brecha divina fue abierta por Roland, sobrino de Carlomagno, cuando trataba de destruir su espada golpeándola contra la roca al final de la batalla de Roncesvalles. Sea como sea, el Valle de Gavarnie es una experiencia indispensable para los sentidos y amantes de la nieve. Situada a 55 kilómetros de Lourdes, en pleno Parque Nacional de los Pirineos, se halla el dominio de nieve de la brecha divina. La barrera rocosa fronteriza con España, tal y como la describía Víctor Hugo.
Bajar por los enclaves geológicos más emblemáticos
No hace falta decir que el dominio esquiable de Gavarnie-Gédre es un paraje excepcional. Ubicado en uno de los enclaves geológicos más emblemáticos del Pirineo francés, fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO en el año 1997. Disfrutar de la nieve y de los deportes de invierno aquí es mucho más que eso puesto que significa rendirse a la nada, entregarse a los paisajes más conmovedores y tocar el cielo.
Esquí alpino, de fondo o de travesía, raquetas de nieve, trineo, vías ferraras y escalada en cascadas de hielo, además de actividades lúdicas como patinaje sobre hielo, son algunos de los deportes que pueden practicarse en este emblemático enclave geológico.
La cuna del pireneísmo
Gavarnie-Gédre es un dominio de nieve y montaña fuera de lo común, cuna del pireneísmo y heredera de una larga tradición montañesa. Es el paraíso de quienes aman las montañas y la patria de los más ilustres guías pirenaicos.
El circo glacial de Gavarnie –una de las maravillas del Pleistoceno– cuenta con cimas tan emblemáticas como el Pic du Midi, el Pic du Midi d’Ossau o el Pic du Canigou, este último clasificado como lugar natural de interés excepcional.
Esquiar en los grandes circos glaciares y en la pista verde más larga de los Pirineos
Uno de los retos en Gavarnie-Gédre es esquiar en la famosa Brecha de Roland, conocida como la brecha divina. Ubicada en el circo glaciar de Gavarnie, en la parte más alta del dominio, con numerosos miradores y áreas de picnics, es una maravilla y un auténtico altar a lo sublime. Mundialmente reconocido, el Circo pone de relieve su calidad y la belleza de sus cascadas heladas.
Desde aquí puedes contemplar la magia de los circos naturales de Gavarnie, Estaube y Troumouse, increíbles formaciones calcáreas naturales, en tonos gris, ocre o rosado, que hace millones de años culminaron a más de 3.000 metros. Y, por supuesto, la mayor cascada de Europa (427 m).
Tras admirar tanta belleza sólo debes descender 5 kilómetros por la pista verde más larga de los Pirineos, para alcanzar la base del dominio. Aquí se encuentra el Kid Park, el entorno ideal para principiantes y niños.
El dominio esquiable de Gavarnie-Gédre es totalmente seguro y perfecto para el esquí familiar. Cuenta con 52 Km y 29 pistas (7 verdes, 8 azules, 8 rojas y 5 negras), y a pesar de que la nieve de calidad está garantizada, esta temporada la estación ha optimizado el sistema de innivación de su espacio de debutantes con la instalación de nuevos cañones de nieve artificial. Además, destaca la nueva conexión wifi gratuita en el edificio de recepción.
Protección del urogallo negro
Otra de las novedades de esta temporada es el hecho de que el dominio, conjuntamente con la Federación de Caza 65, ha instalado un sistema visual sobre la cuerda del telesilla Saint André. Así tanto el urogallo negro como otras especies pueden visualizar mejor el obstáculo para evitar colisionar con el cable del telesquí.
El sabor de los auténticos pueblos de montaña
Otra de las razones por las que debes visitar el circo glaciar de Gavarnie es por la autenticidad de sus pueblos de montaña, donde la actividad pastoril marca el ritmo de lo cotidiano. A 1.375 metros de altitud se encuentra el pueblo típico de Gavarnie.
Gédre, por su parte, es una verdadera obra de arte. Es un municipio rural ejemplar, situado a 1.000 metros de altitud, en la confluencia de Gaves de Gavarnie y Héas. Los circos de Estaubé y Troumouse, el Valle de Bué y sus lagos, y la meseta de Saugué junto al Mirador incorporable sobre el circo de Gavarnie son un auténtico espectáculo para los habitantes.
Finalmente, en el valle de Héas, protagonista de leyendas, puedes visitar la presa de las Gloriettes o la central hidroeléctrica de Pragnères, una de las más importantes de Europa.