Vilafranca del Penedés, la Capital del Vino catalana, ha visto reforzada su imagen en este 2017 y despide el año con la obtención de dos grandes reconocimientos. Por un lado, el de ‘Ciudades y Villas con Carácter’, que otorga la Agència Catalana de Turismo para ensalzar el valor patrimonial de aquellos destinos urbanos que, como Vilafranca, combinan diversos y variados atractivos. Y por otro, la certificación ‘Biosphère’, avalada por la UNESCO, por su compromiso con el turismo sostenible.
Este 2017 que estamos a punto de despedir ha sido un gran año para Vilafranca del Penedès como destino turístico de primer nivel. A iniciativas como el Camino del Vino –inaugurado en octubre– o la innovadora APP para móvil, que guía al viajero digital a través de la señalización turística inteligente, se han sumado en las últimas semanas dos grandes reconocimientos que vienen a reforzar su imagen.
Uno es el de ‘Ciudades y Villas con Carácter’, una nueva marca de la Agencia Catalana de Turismo. El objetivo de la misma es poner en valor el patrimonio urbano de Catalunya más allá de la gran capital, Barcelona. De esta forma, se pretende ayudar a promocionar aquellas urbes y pueblos que, combinando varios aspectos como la cultura, el arte, la arquitectura, la gastronomía o la innovación, ofrecen al visitante una experiencia enriquecedora en diversos y variados aspectos.
Vilafranca del Penedès reune todos estos requisitos, de ahí que haya sido elegida junto a otras siete ciudades y pueblos catalanes: Tarragona, Lleida, Girona, Terrassa, Vic, Reus i Tortosa. El galardón, entregado en el Palau Moja de Barcelona, fue recogido por la regidora de Promoción Turística, Maria Dolors Rius.
El otro importante reconocimiento es la certificación Biosphère, que otorga el Instituto para el Turismo Responsable (ITR), institución avalada por la UNESCO, por el compromiso con el turismo sostenible. Una firme apuesta de la Capital del Vino catalana plasmada en una memoria y un plan de acción para los próximos años que resultó evaluado positivamente por el ITR para otorgar la certificación.
La propia Maria Dolors Rius fue la encargada de recoger esta distinción, destacando que “sostenibilidad lo es todo, desde el respeto medioambiental hasta la sostenibilidad económica y social. El turismo puede ser una importante fuente de riqueza pero se debe afrontar de forma responsable”.
El Alcalde de Vilafranca del Penedés, Pere Regull, reconoce que “el turismo ha de suponer un beneficio para el visitante pero también para los que vivimos en Vilafranca todo el año. La obtención de la certificación Biosphère es un compromiso para seguir mejorando. Estamos haciendo los deberes y los hemos de seguir haciendo en el futuro porque cada año seremos objeto de evaluación”.
Cabe destacar que, además de Vilafranca del Penedès, solo Barcelona, Sitges, Tossa de Mar y la Diputación de Barcelona se han hecho acreedoras en Catalunya a esta certificación Biosphère, lo que otorga aún más valor a la Capital del Vino y su firme apuesta por la sostenibilidad.
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