Túnez es un país que destaca por tener una cultura y tradición milenarias, playas idílicas, un inmenso desierto y un clima muy agradable durante todo el año. Para el turista que esté pensando en hacer una escapada el próximo año, proponemos algunos de los mejores destinos que no puede perderse:
Túnez
Túnez es una ciudad llena de contrastes que combina tradición y modernidad, haciéndonos viajar en el tiempo desde la ciudad vieja hasta la “Nouvelle Ville”, una nueva zona construida al este de la medina que concentra toda la vida nocturna y de ocio.
De entre todos sus monumentos, destacan la mezquita Jamaa ez Zitouna, la Gran Sinagoga y el Museo Nacional del Bardo, que presume de ser uno de los más bellos del mundo por su impresionante colección de joyas púnicas y la gran variedad de mosaicos romanos que reúne.
Para terminar la visita, es imprescindible pasear por la Avenida Habib Bourguiba, centro de la actividad política y económica de la ciudad, con multitud de restaurantes y tiendas.
Sidi Bou Saïd
Al pensar en Túnez, nos viene a la mente la típica imagen de casas blancas con puertas y ventanas azules y el mar turquesa como telón de fondo. Esta es la estampa de Sidi Bou Saïd, uno de los pueblos costeros más bonitos del Mediterráneo.
En ella, además de pasear por sus callejuelas empedradas y regatear en todo tipo de tiendas, se puede degustar un tradicional y exquisito té con menta y piñones en alguno de sus muchos cafés y miradores, como el Café des Nattes, cuyo suelo y paredes están repletas de alfombras.
Cartago
Sin duda, Cartago es el mejor lugar para descubrir ruinas y yacimientos arqueológicos, como los puertos púnicos y las Termas de Antonino, las más importantes de la época romana. También se pueden visitar la Catedral de San Luis, de la colonización francesa, y el Museo Nacional de Cartago.
Aparte de este atractivo, Cartago es una ciudad repleta de vida, famosa por ser sede de algunos de los mejores festivales culturales.
Hammamet
Hammamet es un destino perfecto para quienes buscan unos días de relajación. Esta localidad se ha convertido en uno de los enclaves turísticos más atractivos del país por sus playas de arena blanca y su extensa oferta de ocio y restauración.
La actividad de la ciudad se concentra en la medina, un laberinto de callejuelas en la que se pueden adquirir productos típicos en los zocos y degustar platos y bebidas tradicionales, como tajines, briks, té verde, café y cuscús.
Esta visita no quedará completa sin conocer sus monumentos más emblemáticos, como la Gran Mezquita del siglo XV, la Villa del húngaro George Sebastian y el fuerte español.
Djerba
Con un pasado cartaginés, romano y bizantino, Djerba es un lugar sumergido en su tradición y cultura. Esta isla se caracteriza por tener buen clima e increíbles playas paradisiacas como las de Sidi Mahrez, Rass Taguerness o Seguia, en las que se pueden practicar deportes acuáticos y darse un chapuzón durante prácticamente todo el año.
Una visita muy recomendable, sobre todo para viajes familiares, es el parque Djerba Explore, que cuenta con un museo de arte árabe-islámico y con la mayor granja de cocodrilos del Mediterráneo. Asimismo, la Sinagoga de la Ghriba es un monumento indispensable de visitar.
Tozeur
En medio del desierto, Tozeur se alza como una ciudad-oasis famosa por sus dátiles y escenarios de película como Star Wars, Indiana Jones o El Paciente Inglés. Uno de sus mayores atractivos es que, a muy pocos kilómetros, se puede explorar el desierto en camello o en quad y visitar sus oasis con ríos o lagos, toda una experiencia para los más aventureros.
Dentro de la ciudad, destaca la medina, situada en el barrio de Ouled Hadef. Merece la pena hacer un alto en el camino para visitar la mezquita el-Ferdous y las escuelas religiosas islámicas denominadas zawiyas.
Bizerta
Bizerta es una ciudad perfecta para recorrerla a pie por sus distancias cortas y accesibles. La mejor forma de descubrirla es paseando por el viejo puerto pesquero y por el casco antiguo. En este se encuentran los zocos y algunos monumentos, como la fuente turca, la gran mezquita o el Ksiba, una pequeña fortaleza convertida en museo oceanográfico.
Muy próximas a Bizerta se encuentran, además, algunas de las playas más bonitas de Túnez, como las de Cap Blanc o el Cabo Zebib.
Tabarka
Al norte del país, la costera ciudad de Tabarka se postula como un destino ideal para los amantes de la naturaleza, gracias a sus playas de aspecto salvaje, sus espacios verdes y su rico fondo marino, ideal para descubrirlo buceando. Además, en este enclave se puede practicar otro tipo de deportes, como golf.
La mejor época para visitar este destino es en verano, cuando se dan cita importantes festivales que llenan de vida la ciudad, como el Festival de Jazz, el de Músicas del Mundo y Música Latina, entre otros.