“Desatadas” estará a partir del 12 de enero en el Teatro Capitol de la Gran Vía de Madrid…
Tres actrices se suben a un escenario…
Y se vuelven locas.
Las dirige Félix Sabroso y las da ese punto de acidez, mala leche y visceralidad…
Y se vuelven más locas.
Las actrices son Natalie Pinot, Rocío Marín y… Paz Padilla…
Para terminar de volverse locas.
En dos palabras: Están ‘Desatadas’.
Y el público, que no tiene porque estar loco, o quizás sí, un poco por lo menos, se sonreirá, se reirá, se carcajeará o incluso se mosqueará…
Porque eso que estará viendo le recordará a algo similar que le pasó a él o a su pareja, a su familia, a algún amigo, a un conocido y se quedará con la masca detrás de la oreja…
De todo esto y de alguna cosa más va ‘Desatadas’, una obra que se construye a partir de escenas independientes que poseen todas un fondo común, la mentira y la locura que tiñen todas las situaciones de la vida actual…
Son historias cortas que se van entrelazando y que tienen una temática común, la neurosis colectiva, la locura en la que vivimos actualmente y la delgada línea que separa la normalidad de la locura, en palabras de su director…
Félix Sabroso:
¿Por qué Desatadas? Porque me gustaba mucho la idea de la liberación que puede darse reconociendo nuestras locuras, desatarse y poder reconocer que todos tenemos una pedrada, que todos tenemos un punto de fuga o una neurosis, y que cuando somos capaces de reconocerlo y reírnos de nosotros mismos aligeramos la carga.
Es una comedia con un toque de humor ácido…
Tiene pellizcos y es un tipo de humor que no lo he elegido voluntariamente, me sale así, cuando voy escribiendo intentando hacer comedia, siempre me baso en la realidad, porque el dibujo de una caricatura, por muy caricatura que sea siempre tiene que tener un referente real o una toma de tierra para que el espectador sienta la empatía.
Para Paz Padilla:
El hilo argumental es la locura, la mentira, esa mentira que ni siquiera tú sabes que es mentira… todos vivimos, de un modo u otro, alguna mentira, desde la persona que dice “Me llevo bien con todo el mundo” y ves que nadie le habla, nadie le soporta… es decir nuestra realidad no tiene nada que ver con la realidad que ven los demás… Odio, celos, envidia, frustraciones… todo eso lo vas a ver sobre el escenario, el espectador se va a reir, pero luego le dejará un poso…
Todas hacemos distintos personajes, cada una por separado y, al ser tres, nos permite mucho juego… incluso hay danza… muy particular… muy sorprendente…
Hasta ahí les cuento, a partir de enero más…
En el Teatro Capitol…