La combinación entre lo tradicional y lo moderno ha otorgado a Andorra una posición privilegiada en materia de cultura, situándola en el centro de interés de numerosos visitantes.
Andorra, con más de 20 museos en tan solo 468 km2, se posiciona como la destinación ideal para los viajeros que busquen vivir experiencias nuevas sin dejar atrás el interés por la cultura. Así, el afán por lo desconocido es un deseo cumplido en el País de los Pirineos, donde se puede conocer desde lo más tradicional hasta las curiosidades más sorprendentes de los objetos cuotidianos que definen la época contemporánea.
Un país con un pasado reciente
Andorra posee un importante legado histórico formado por casas museo y edificios románicos que permite descubrir la vida de sus antepasados. Entre las Casas Museo del Principado destacan:
La Casa de la Vall, el edificio más simbólico del Principado, es la antigua casa de la familia Busquets que posteriormente fue utilizada como la sede del parlamento andorrano.
La Casa Cristo, que traslada el visitante a la vida de una familia humilde de jornaleros de finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
En contraposición, la Casa d’Areny-Plandolit fue el hogar de la única familia con título nobiliario en el Principado. Esta última casa museo forma parte del itinerario del Hábitat Rural de Andorra junto con la casa de campesinos Casa Rull, otro de los edificios emblemáticos del Principado.
La Farga Rossell, convertida en el Centro de Interpretación del hierro, muestra a los visitantes la Andorra más preindustrial plasmando la importancia del hierro y la metalurgia en el pasado.
Otra forma de conocer el patrimonio de Andorra es mediante el arte. En concreto, el movimiento artístico más presente en el Principado es el románico, reuniendo a más de 40 iglesias de este estilo y puentes románicos. La iglesia de Sant Climent de Pal es una buena representación del movimiento, siendo también una de las construcciones más antiguas del país. Para profundizar en el arte románico, el Centro de Interpretación Andorra Románica permite a los visitantes entender esta expresión artística y su evolución.
Una visita cultural en Andorra debe incluir una visita en el Santuario de Meritxell, el templo religioso más importante del país que albera la imagen de la virgen de Meritxell como patrona. Hoy en día es un punto de referencia para visitantes movidos por la fe y la espiritualidad.
La historia escondida en objetos cotidianos
Más allá de reunir edificios históricos de referencia, Andorra presenta una amplia oferta cultural a través de museos en los que se puede aprender sobre industrias y objetos contemporáneos de lo más curiosos.
Creado por Jorge Lorenzo, el Museo World Champions by 99 reúne una colección de piezas únicas de campeones de Fórmula 1 y motociclismo. En éste se pueden ver piezas de 32 campeones de F1 de renombre como Michael Schumacher, Fernando Alonso o Lewis Hamilton. Una experiencia que los apasionados del motor pueden completar con una visita al Museo de la Moto y del Automóvil.
Otra parada obligada es el Museo del Perfume creado por la Fundación Júlia Bonet. Sin duda alguna, los miles de fragancias de todas las épocas exhibidas en el centro ponen de relieve la importancia que juega el sentido del olfato, algunas veces menospreciado. Durante todo el año hay una exposición permanente que permite descubrir la historia y evolución de las fragancias. Toda una experiencia para conocer los secretos que esconden.
Otro museo particular es el Museo de la Miniatura, la elección perfecta para aquellos que aprecian la minuciosidad de cada elemento. En este museo de Ordino es posible observar obras del artista ucraniano Nicolai Siadristy, una referencia internacional en microminiaturas, incluyendo las famosas muñecas matrioskas. Una buena excusa para sentirse un experto por un día utilizando un microscopio.
Finalmente, el
Museo del Cómic es el paraíso para los amantes de este relato, un espacio que periódicamente acoge exposiciones de autores de renombre internacional como Antonio Bernal, Alfonso Font, Philippe Xavier, Ana Miralles, entre otros.