Declarada Monumento Histórico-artístico y conocida como “La Catedral de la Luz”, la Catedral de Mallorca constituye uno de los enclaves más espectaculares del archipiélago balear y está catalogada como uno de los templos más recocidos del mundo en estilo gótico.
“La Seu” de Palma sorprende a locales y visitantes con fascinantes curiosidades y ofrece un mágico espectáculo de luces en diferentes momentos del año.
Historia
La Catedral de Mallorca comenzó a construirse en el año 1.229, hace casi 800 años, tras la conquista de la isla por la Corona de Aragón. Por orden del rey Jaime I se erigió un gran templo dedicado a Santa María, aunque la construcción de “La Seu” no finalizó hasta 1.601. Posteriormente, ha sido restaurada en varias ocasiones, destacando la obra que hizo Antoni Gaudí a petición del obispo Pere Joan Campins. Desde 1904 a 1914, Gaudí se encargó del traslado del coro que hasta el momento había estado situado entre los tramos segundo y tercero de la nave, la eliminación del retablo mayor gótico, la realización del baldaquino del altar mayor, la incorporación al presbiterio de la sede episcopal, la iluminación del espacio a base de ventanales de cristal, luz artificial y candelabros y por último la elaboración de mobiliario litúrgico.
Ya en la actualidad, el pintor Miquel Barceló, se encargó de realizar un espectacular mural dentro de la Capilla del Santísimo, una de las tres capillas que se encuentran dentro de la Catedral, y que hoy día conforma uno de los principales atractivos de “la Seu”.
A primera vista, la Catedral ya desprende una belleza extraordinaria. Ubicada en lo que fue la antigua ciudad romana, forma parte de la fachada de la zona marítima de Palma como una de las principales protagonistas del paisaje de la capital balear.
Arquitectura
La Catedral presenta una planta basilical de 3 naves cerrada por una cabecera formada por 3 ábsides. La nave central mide 43,30 metros de altura por 19,30 de anchura y las dos naves laterales tienen una altura de 29 metros por 10 metros de anchura. El interior de la catedral ofrece una gran sensación de amplitud y ligereza estructural, acentuada por las características de los pilares octogonales que separan las naves, levantados con piedra arenisca de las canteras de Santanyí y Galdent (Llucmajor). Los 7 rosetones y los 83 ventanales con los que contaba “La Seu” originalmente y que caracterizan el interior de la misma, unido a la ingravidez que incrementa los efectos de la luz que penetran en su interior, hacen que la catedral también sea conocida bajo el nombre de “La Catedral de la Luz”. Actualmente se conservan en ella 59 ventanales y 5 rosetones.
Curiosidades de la Catedral de Mallorca
Pese a la fama de la catedral y toda su historia y esplendor, este monumento esconde algunas curiosidades que invitan a querer conocerla aún más:
- Las 9 campanas que voltean en la Catedral tienen nombre propio, de mayor a menor: N’Eloi, Na Bàrbara, N’Antònia, Sa Nova, Na Mitja, Na Tèrcia, Na Matines, Na prima y Na Picarol. La más grande de ellas pesa 4.500 kilos.
- El rosetón mayor de la catedral es el más grande del mundo entre las catedrales góticas y uno de los más grandes del cristianismo. Es conocido como “el ojo del gótico”.
- En 1.931 fue declarada Monumento Histórico Nacional.
- El órgano consta de cuatro teclados manuales de 56 notas y un pedal de 30 notas.
- En el interior del Museo hay un cuadro que recuerda el primer sermón en la Catedral de San Vicente Ferrer.
- En un documento testamentario de Jaime I del año 1.306, el monarca ordena la construcción de una capilla para ser enterrado, La Capilla Real
- La Capilla Real se utiliza en la actualidad como presbiterio., mientras que la Capilla de la Trinidad, situada a unos 7 metros de altura, es un mausoleo real.
- Se cree que durante la mitad del siglo XIV se decidió cambiar el plan de obra, de ahí la falta de unión existente entre la cabecera y la nave del templo.
Mágicos fenómenos lumínicos en el interior de la Catedral
Durante algunos períodos a lo largo del año, en el interior de la “Seu” se producen algunos fenómenos producidos por la luz que generan un espectáculo de gran belleza que consagran a la “La Seu” bajo el merecido nombre “La Catedral de la Luz”:
El espectáculo del Ocho
Se produce dos veces al año -el 2 de febrero y el 11 de noviembre-, coincidiendo con la festividad de la Candelaria y San Martín, respectivamente. La luz del sol naciente atraviesa el rosetón mayor y se proyecta el reflejo de éste en la pared de delante, justo debajo del rosetón opuesto, el de la fachada principal, de forma que durante un corto período de tiempo se refleja uno sobre el otro, formando un doble rosetón: Uno de vidrio y otro de luz, dando lugar a lo que se conoce como «Espectáculo del Ocho» debido a que se forma un “ocho de luz”, número cargado de simbolismo en la tradición cristiana.
Este espectáculo reúne a cientos de turistas que, curiosos, buscan presenciar este mágico juego de luces cada año.
Solsticio de invierno
Durante 20 días a lo largo del solsticio de invierno puede contemplarse la salida del sol a través de los dos rosetones principales de la Catedral, creando una especie de calidoscopio. Este espectáculo se puede observar desde el “Museu des Baluard”, lugar donde se presenció por primera vez este efecto hace 10 años.