Brasil alberga paisajes de ensueño con cascadas espectaculares, dignas de ser retratadas. Además de Iguaçu
, unas de las más conocidas, en el país se pueden visitar preciosas caídas de agua como la de El Dorado, Da Fumaça, Tabuleiro o Caracol.
Con un territorio continental repleto de bellezas naturales y diferentes tipos de paisajes bioclimáticos, Brasil es, sin duda, un lugar privilegiado para los turistas amantes de las cascadas. Estas se extienden por prácticamente todo el país, y algunas impresionan por su paisaje en medio de la selva tropical más grande del mundo, como El Dorado, en Amazonas. Además, están las que impactan por su volumen de agua, como las Cataratas do Iguaçu, en la frontera con Argentina – consideradas una de las siete maravillas naturales del mundo.
Cabe resaltar que históricamente Brasil ha sido considerado el país con el mayor potencial en atractivos naturales del mundo para el turismo. Por otra parte, constituye una referencia internacional en el segmento del turismo de aventura, gracias a la experiencia de los empresarios en cuanto al uso de equipos de seguridad.
Además de las de Iguaçu, en Brasil se encuentran las cascadas más impresionantes del mundo y las que todos los amantes del ecoturismo no se pueden perder.
Cataratas do Iguaçu
Estas Cataratas son una sucesión de 275 saltos en forma de herradura que brotan del río Iguaçu, en la frontera entre Brasil y Argentina. Dieciocho kilómetros antes de desembocar en el río Paraná, el río Iguaçu gana una elevación de terreno y se precipita en caídas de hasta 80 metros de altura, alcanzando un ancho de 2.780 metros. El mayor volumen de agua se presenta entre los meses de octubre a marzo; y las principales caídas son 19, cinco de estas en el lado brasileño y las demás en el lado argentino. La disposición de estos saltos, con la mayor parte de ellos en los lados argentinos y volcados al de Brasil, proporciona una mejor vista para el que observa este paisaje desde Brasil.
Cascada El Dorado
La Cascada El Dorado es la caída de agua libre más grande de Brasil. Se sitúa en la región más verde del país, en la sierra de Curupira, en el extremo norte de Amazonas. Esta cascada tiene más de 350 metros de altura (lo equivalente a un edificio de 26 pisos) y se encuentra ubicada en un valle estrecho. Las expediciones para llegar hasta allí pueden durar hasta tres días. El recorrido tiene un nivel medio de dificultad.
Cascada Da Fumaça
Uno de los lugares más visitados del Parque Nacional de la Chapada Diamantina es la Cascada Da Fumaça – la segunda más alta de Brasil con cerca de 340 metros. Para llegar hasta allí se necesita caminar seis kilómetros y se puede contratar a guías en el comienzo del sendero. Para conocer esta cascada está la opción de hospedarse en el Vale do Capão. Otra opción de alojamiento es el municipio de Lençóis, más alejado que el Vale do Capão – 70 kilómetros desde el comienzo de la caminata –, aunque con una mejor infraestructura de alojamiento y servicios.
Tabuleiro
La cascada Do Tabuleiro es la más alta del estado de Minas Gerais, con 273 metros. Su caída de agua es considerada una de las siete maravillas de la Estrada Real (Carretera Real) y reúne en su entorno cascadas menores y lagos, además de un gran pozo rodeado de paredones de rocas. Dicha cascada se sitúa en el distrito de Tabuleiro, a 19 kilómetros de la ciudad. A partir de la misma, se necesita caminar alrededor de una hora y media para llegar a la cascada. La ciudad de Conceição do Mato Dentro, donde se halla Tabuleiro, cuenta además con otras opciones de ecoturismo, con senderos y cascadas, entre ellas Três Barras y Rabo de Cavalo.
Salto de São Francisco
En el mismo estado donde están las famosas Cataratas do Iguaçu, se encuentra otra cascada que encanta a los turistas de todo el mundo: el Salto de São Francisco, a unos 60 kilómetros de Prudentópolis. Mientras que las Cataratas do Iguaçu tienen una altura de aproximadamente 80 metros, el Salto de São Francisco alcanza la impresionante altura de 196 metros. El acceso es a través de un sendero en medio de la selva colmada de bellezas naturales. Prudentópolis es conocida por la cantidad de cascadas gigantes – son más de 100 catalogadas con una altura entre 80 metros a 200 metros. Además del Salto de São Francisco, también figura entre las más bellas el Salto de São João, cuyo acceso actualmente se realiza a través de caminatas que parten desde propiedades particulares. Por otro lado, está en construcción un mirador y un nuevo acceso gracias a una alianza entre los gobiernos municipal y estatal.
Salto de Itiquira
Localizado a casi 120 kilómetros de Brasília, el Salto de Itiquira cuenta con un fácil acceso por un camino pavimentado. La estructura ofrece plazas de aparcamiento, baños, restaurante, parque infantil y áreas para el baño a lo largo del río. La cascada se encuentra en el parque municipal de Formosa, cuya entrada cuesta 10 reales (3 euros). El recorrido a pie hasta la cascada tarda, como máximo, 15 minutos y en el camino se logra apreciar la selva, los pájaros y los animales silvestres. Con más de 160 metros de altura, esta cascada se hace visible antes de llegar al parque desde la carretera.
Caracol
La cascada Do Caracol, con un poco más de 130 metros de altura, es el principal atractivo de la pequeña ciudad de Canela, situada dentro del parque de mismo nombre. Rodeada por una vegetación densa, puede contemplarse desde un mirador localizado en el parque. Los que visitan la ciudad también pueden conocer atractivos como la catedral de piedra. Otra opción es recorrer los alrededores y visitar la ciudad de Gramado, escenario del principal festival de cine del país, a sólo 7 kilómetros de distancia.