Situada en el corazón del Mediterráneo occidental, con un territorio principalmente montañoso, sin altas cumbres, Cerdeña regala al visitante un ambiente natural único, suave y rudo al mismo tiempo. De hecho, la presencia del ser humano es ocasional en este territorio: hay grandes extensiones que permanecen mágicamente intactas, habitadas por ciervos, caballos salvajes y aves rapaces, ricas en bosques con árboles milenarios, estanques y pequeñas zonas desérticas.
El mar reina con sus colores en sus múltiples calas, escondidas a lo largo de la costa, en sus playas, y en aquellas localidades más frecuentadas de la isla.
Porto Cervo: centro social y el foco internacional de turismo más importante de la zona
Mar y puertos
La Costa Esmeralda, una de las zonas costeras más conocidas del norte de Cerdeña, cuenta con una pequeña joya, Porto Cervo, centro social y el foco internacional de turismo más importante de la zona.
Asimismo, Porto Vecchio es considerado el puerto turístico mejor equipado del Mediterráneo, Porto Rotondo es también una localidad famosa, frente al Golfo de Cugnana, con numerosas plazas y villas situadas en una magnífica naturaleza.
Aquellos que prefieren las montañas, pueden ir a explorar la región Gennargentu, el mayor grupo de montañas de Cerdeña, con su paisaje pictórico, donde la naturaleza ocupa un lugar preponderante. Rica flora y fauna, con sus muflones, águilas reales, ciervos sardos y diversas especies al borde de la extinción.
Los nuraghi, construidos con grandes bloques de piedra, se desarrollaron en torno a una torre central en forma de tronco de cono
Los nuraghi
Entre sus maravillas, Cerdeña ofrece al visitante los complejos arquitectónicos nurágicos esparcidos por todo el territorio: son monumentos únicos en el mundo que sirven de testimonio de una cultura. Los nuraghi, construidos con grandes bloques de piedra, se desarrollaron en torno a una torre central en forma de tronco de cono, que transmite solidez y potencia. Se trata de yacimientos arqueológicos donde aún hoy se pueden encontrar signos de antiguos rituales y de la vida doméstica. Entre todos ellos destaca el complejo de Barumini, en la provincia de Cagliari, que figura en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Complejo de Barumini
Archipiélago de Maddalena: Mar y playas paradisiacas
El archipiélago de la Magdalena es un grupo de islas costeras de Italia localizadas frente a la costa nororiental de la isla de Cerdeña, en aguas del del mar Tirreno, al sur del estrecho de Bonifacio, el estrecho entre la propia Cerdeña y la francesa isla de Córcega. Se compone de siete islas principales y muchos islotes pequeños, y es una de las primeras zonas a visitar con sus "siete hermanas", como se conoce a las principales islas del archipiélago, y navegar a lo largo de la costa del Parque Nacional de la Maddalena, con sus fondos marinos llenos de vida para los entusiastas del buceo.
Porque, este paraíso natural, fue declarado parque nacional en 1996, un lugar clave en la historia de Cerdeña, pues en la isla de Caprera vivió sus últimos días Giuseppe Garibaldi, héroe de la unificación italiana (1807-1882), cuya casa es hoy un museo.
Caprera, la segunda isla después de Maddalena, rica en prados y pinedas, acoge, además, el lugar donde vivió Garibaldi,
transformada en casa-museo inmersa en la vegetación típicamente mediterránea, llena de recuerdos de la vida del héroe en esta isla, donde se encuentra su tumba y la de su familia.
Navegando desde Caprera hasta el estrecho de Bonifacio, destaca la belleza de la isla Budelli, deshabitada y salvaje, con su espléndida playa Rosa, una obra de arte natural que debe su color a los corales y conchas.
En el extremo norte de la costa occidental de Cerdeña, frente al Parque Natural de la isla de Asinara, se extiende uno de los destinos turísticos más famosos, Stintino, capaz de combinar el encanto del pueblo pesquero con hoteles de alto nivel. Este pequeño pueblo marinero, que parece salir del pincel de un pintor con sus casitas blancas y el contraste entre el mar cristalino y el azul del cielo, ofrece infinitas posibilidades de entretenimiento, como el golf, las excursionesy el buceo, un paseo en bicicleta o a caballo.
Frente a la playa La Pelosa se encuentra la Torre del mismo nombre, estructura del año 500, y una de las antiguas torres de avistamiento de toda Cerdeña.
En la costa oriental de la isla, en el Golfo de Orosei, se encuentran amplias playas paradisíacas de arena clara, abrazadas por una naturaleza salvaje que el cemento no ha desfigurado. Numerosas cuevas y calas son el destino de los visitantes en un viaje de imágenes y sensaciones incomparables: Cala Biriola, la Gruta del Bue Marino, Cala Liberotto y Cala Goloritzè son sólo algunos de los escenarios de la naturaleza donde el tiempo parece haberse detenido.
Cala Goloritzè
Cerdeña sabe combinar el mar, la naturaleza, el folclore, el misticismo y curiosidades
Cerdeña sabe combinar el mar, la naturaleza, el folclore, el misticismo y curiosidades, como las misteriosas tumbas de los gigantes y las "domus de Janas" (casa de las brujas) presentes en Sulcis Iglesiente, antiguas sepulturas escavadas en la roca que se encuentran en la región. Pero lo que hace famosa a la región son los Nuraga, antiquísimas torres de piedra que conformana estos monumentos megalíticos, los más grandes y mejor conservados de Europa. El pueblo nurágico por excelencia es Su Nuraxi di Barumini, en la provincia de Medio Campidano, considerado por la UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad.
En Cagliari, además de admirar las numerosas colonias de flamencos en la laguna, vale la pena asistir a las celebraciones y fiestas tradicionales que tienen lugar durante todo el año, especialmente la fiesta de San Efisio, uno de los más importantes acontecimientos religiosos y populares en toda Cerdeña.
Yendo hacia Oristano, hay que visitar los yacimientos arqueológicos de época romana, Tharros, desde donde se puede disfrutar de una magnífica vista panorámica sobre el mar.
Gastronomía
En Cerdeña se puede degustar una gastronomía típica entre la que podemos destacar, los quesos de oveja y de cabra (caprino, fiore sardo), el Marisco, la langosta típica de Alghero que se sirve con una vinagreta, la burrida (pescado marinado con ajo, perejil, avellanas y vinagre), y los Malloredus (son gnocchis con salsa de tomate, salchichas y azafrán), y además deuna gran variedad de dulces y vinos blancos.