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Los tesoros Patrimonio de la Humanidad que hacen de Budapest una joya europea
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Los tesoros Patrimonio de la Humanidad que hacen de Budapest una joya europea

martes 22 de abril de 2025, 09:12h

Si hay una ciudad europea que merece ser descubierta paso a paso, esa es Budapest. La capital de Hungria que deslumbra por su arquitectura, su historia, su elegancia; y que ha sabido preservar su legado cultural con esmero. Por ello, no es casualidad que varios de sus enclaves más emblemáticos formen parte del Patrimonio Mundial de la Humanidad declarado por la UNESCO.

Este reconocimiento internacional, otorgado a los lugares de mayor valor universal por el Programa del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, implica un compromiso con la protección y conservación de dichos espacios para las generaciones futuras. Entre los más de mil sitios repartidos por el mundo, Budapest brilla con luz propia gracias a tres tesoros patrimoniales: la ribera del Danubio, el Castillo de Buda y la Avenida Andrássy.

Un paseo entre historia y armonía arquitectónica

Desde el Puente Margarita hasta el Puente de la Libertad se extiende uno de los paisajes urbanos más bellos de Europa: la ribera del Danubio, declarada Patrimonio Mundial en 1987. A un lado, el imponente Parlamento húngaro, una joya ecléctica que se ha convertido en símbolo nacional. A su alrededor, destacan la neorrenacentista Academia de Ciencias, el Palacio Gresham, obra maestra del Art Nouveau reconvertido en hotel de lujo, y el Pesti Vigadó, una de las salas de conciertos más importantes del país.

En el lado opuesto del río, el Danubio abraza la Colina Gellért, donde se encuentran la Ciudadela y la Estatua de la Libertad, vigilantes de la ciudad desde las alturas. A sus pies, el emblemático Balneario Gellért, que ofrece una experiencia de bienestar en un entorno arquitectónico señero, combinando tradición termal y estilo modernista.

Este tramo del río no solo es un corredor visual impresionante, sino también un relato vivo de la historia húngara, una galería de estilos arquitectónicos y un punto de encuentro para locales y visitantes.

Una ciudad dentro de la ciudad

Separado por el Danubio, pero unido por la historia, el Castillo de Buda forma otro de los núcleos patrimoniales más significativos de Budapest. También declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1987, este distrito amurallado en la colina de Buda invita a perderse entre calles adoquinadas, plazas tranquilas y edificios cargados de historia.

En el corazón del recinto, el Palacio de Buda domina el paisaje. Antiguamente residencia real, hoy alberga la Biblioteca Nacional Széchenyi, la Galería Nacional de Hungría y el Museo de Historia de Budapest, que permiten recorrer siglos de arte, literatura y cultura del país.

A pocos pasos se encuentra la Iglesia de San Matías, de estilo neogótico, una de las más queridas por los húngaros. Frente a ella, el Bastión de los Pescadores regala una de las mejores vistas panorámicas sobre el Danubio y el Parlamento, con sus torres neorrománicas que parecen sacadas de un cuento de hadas.

Y si se busca una experiencia más contemporánea sin perder el sabor clásico, el Várkert Bazár, a los pies del castillo, es el lugar perfecto: una galería de arte al aire libre donde se fusionan la cultura, la naturaleza y la gastronomía. Aquí, cada rincón invita a detenerse, observar y dejarse sorprender.

Un bulevar de elegancia y cultura

En 2002, la UNESCO amplió su reconocimiento al incluir la majestuosa Avenida Andrássy y su entorno histórico. Esta arteria conecta el centro de la ciudad con el Parque de la Ciudad (Városliget) y es un escaparate de la arquitectura húngara del siglo XIX y principios del XX.

A lo largo de la avenida, el visitante se encontrará con algunos de los edificios más representativos de Budapest: la Ópera Nacional, obra del arquitecto Miklós Ybl; el Salón de la Moda, con su inconfundible estética Art Nouveau; y la Academia de Música Franz Liszt, un templo para los melómanos.

La avenida culmina en la famosa Plaza de los Héroes, presidida por el Monumento del Milenio, que conmemora los mil años de la fundación del estado húngaro. Flanqueada por el Museo de Bellas Artes y la Galería de Arte, esta plaza es el corazón simbólico de la nación.

Bajo la avenida discurre otro símbolo histórico: el primer metro de Europa continental, inaugurado en 1896 y aún en funcionamiento. Un trayecto en esta línea es un pequeño viaje en el tiempo que permite experimentar el Budapest de hace más de un siglo.

En 2019, Budapest fue reconocida como el Mejor Destino Europeo. Hoy, este título sigue vigente para miles de visitantes que quedan cautivados por su mezcla de historia viva, paisajes urbanos inigualables y una vibrante vida cultural.

Ya sea desde los miradores del Castillo de Buda, las orillas del Danubio al atardecer o los bulevares que esconden secretos arquitectónicos, Budapest ofrece una experiencia única con el respaldo y el prestigio de la UNESCO.

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