El dulce símbolo de la Pascua en la Toscana ciertamente no es la colomba, sino que se asemeja a un panettone rústico. Es el antiguo "Pan di Ramerino", un pequeño pan dulce que contiene siglos de historia y tradición.
Este sándwich aromático, cuyo origen se remonta al Renacimiento florentino, está íntimamente ligado a los rituales de la Semana Santa, en particular al Jueves Santo, cuando se bendice y se consume como ritual de Pascua.
El propio nombre encierra la esencia de este producto: "pan di ramerino" deriva de la unión de "pan" y "ramerino", término toscano que indica romero (del latín "ros marinus", rocío del mar). El arbusto aromático, presente en los jardines y campos toscanos, le da al pan ese aroma inconfundible que caracteriza su identidad.
Incluso se le menciona en un diario del pintor Pontormo en 1556.
La preparación tradicional implica el uso de ingredientes simples: harina, aceite de oliva, azúcar, romero y pasas. Esta última, introducida en el siglo XVI gracias al floreciente comercio de Florencia con Oriente. Otro nombre, con el que se menciona y que recuerda el tipo de uva utilizada en la antigua receta, es "bocadillo con zibibbo".
El proceso de fabricación consiste en incisiones cruciformes en la superficie que, además de recordar el simbolismo cristiano, permiten que el pan se expanda durante la cocción.
Un sabor simple, pobre, pero inconfundible, características que a menudo distinguen los platos tradicionales toscanos.
Ahora está disponible en panaderías y pastelerías de Florencia durante todo el año, pero hace años solo se vendía el Jueves Santo, cuando se compraba y se llevaba a bendecir en la iglesia como acto de devoción.