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Guía para aprovechar la primavera en Estonia
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Guía para aprovechar la primavera en Estonia

jueves 10 de abril de 2025, 09:07h

A pesar de que la nieve y el frío nunca sean impedimento para que los estonios disfruten de la salvaje naturaleza del país, el buen tiempo, el fin de la hibernación de los animales y los nuevos colores de la primavera son toda una invitación para adentrarse en este cautivador entorno. Con casi una quinta parte de su territorio protegido y más del 50% cubierto por bosques, Estonia ofrece toda una variedad de actividades al aire libre y paisajes sorprendentes.

Caminatas en el corazón de Estonia

Los Parques Nacionales, reservas naturales, densos bosques, escarpadas zonas costeras y turberas estonias (humedales característicos de la zona) son atravesadas por un buen número de rutas senderistas que pueden ser recorridas con un guía o por cuenta propia, adentrándose en enclaves de gran relevancia cultural y monumentos históricos.

Desde relajados paseos hasta rutas tan exigentes como el Baltic Forest Trail, que conecta el país de una punta a otra y continúa su trazado por los países vecinos, el destino ofrece opciones para todos los gustos y condiciones físicas. Por sus pintorescas vistas, el Parque Nacional de Lahemaa, entre los más extensos del país y que abarca los cabos e islas más norteñas de Estonia, es otro de los favoritos de los amantes del senderismo.

Además, el país cuenta con coquetos alojamientos en plena naturaleza, como ÖÖD Hötels Laheranna o HOIA, que además ofrecen experiencias wellness de spa y sauna estonia, aunque también cuenta con una potente infraestructura de campings y áreas para campers y autocaravanas, muchos de ellos incluso gratuitos. Para los aventureros que deseen explorar alejados de toda civilización, el país también permite acampar fuera de estos espacios habilitados, fomentando una conexión mucho mayor con el entorno.

Invierno, primavera y, entre medias, la Quinta Estación

A principios de la primavera, el Parque Nacional de Soomaa se convierte en el escenario de un fenómeno único: la Quinta Estación de Estonia. Con el deshielo y las intensas lluvias, el nivel del agua sube drásticamente, transformando por completo el paisaje y convirtiendo bosques y turberas en pequeñas islas rodeadas por lagos y ríos.

Para desplazarse durante esta estación “extra”, los habitantes de la zona construyen haabjas, pequeñas embarcaciones de madera que desde 2021 son Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Esta tradición centenaria se mantiene viva gracias a unos pocos maestros que continúan con el legado de sus antepasados y ahora trasmiten las técnicas a los pupilos más jóvenes, organizando también talleres y paseos en barca para los visitantes interesados en experimentar de primera mano los bellos paisajes que cada año el agua regala en Soomaa.

Un destino para la observación de aves y otros animales

Gracias a su riqueza y biodiversidad, Estonia es considerada como uno de los mejores destinos ornitológicos de Europa. A partir de marzo, todo el país —y, particularmente, su zona oeste— atrae a los amantes de las aves, que equipados con prismáticos intentan avistar a las casi 400 especies de aves que toman Estonia por hogar. Estos animales pueden verse desde la tierra o desde las decenas de torres de observación distribuidas por el territorio, aunque si se es un novato en esta práctica, también hay guías profesionales que prestan sus conocimientos y experiencia para lograr ver las especies más escurridizas, como el urogallo.

Simultáneamente, los osos despiertan de su hibernación, pudiendo ser observados de forma segura desde refugios específicos para ello, como el de Altaguse, situado en el norte de Estonia. En primavera, también es posible cruzarse con linces durante un paseo por el bosque, además de otros pequeños animales como castores, ardillas o mapaches.

El renacer de la gastronomía

Tras el largo invierno, las plantas vuelven a brotar en bosques y huertos, transformando una gastronomía local que depende en gran parte de las estaciones y la recolección. Los platos integran productos como el ajo silvestre o el ruibarbo, una especie de verdura de tallos color rosa empleada en tartas, mermeladas, zumos e incluso vinos. Una de las elaboraciones estacionales más curiosas es el kasemahl, una bebida elaborada a base de savia de abedul.

Aunque todos los restaurantes estonios, en mayor o menor medida, adaptan su carta a estos productos recién brotados de la tierra, establecimientos como Maitsemaa Forest Restaurant se especializan en ofrecer una experiencia gastronómica auténtica en plena naturaleza, con cenas cocinadas en la hoguera y platos de temporada.

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