El queso suizo Tête de Moine AOP se reconoce por su delicadeza, su sabor y su artesanía. Una variedad con un extenso legado de más de 800 años que, en la actualidad, sigue siendo el ideal para vestir cualquier bandeja de quesos, disfrutar de un delicioso aperitivo y también como un postre.
Su origen se remonta a la región del Jura, en el norte de Suiza, en concreto en el monasterio de Bellelay. Una receta originaria de los monjes de la zona -de ahí su nombre que significa “cabeza de monje,” igual que su corte, ya que estos lo comían a escondidas cortando solo la superficie para evitar ser descubiertos-. Su sabor puro obedece a las manos de maestros queseros que lo producen en nueve queserías de aldea de las áreas de montaña de Franches Montagnes, Porrentruy, Moutier y Courtelary, con leche cruda de vacas alimentadas con pasto y heno y sin aditivos. Un queso elaborado artesanalmente y 100% natural.
Es el único en que las flores de los Alpes se convierten en flores de queso gracias a tu técnica de corte raspado con la girolle, una herramienta creada por el suizo Nicolas Crevoisier quien ideó un sistema de corte preciso y refinado. Su peculiar forma le convierte en un exquisito bocado para todos los sentidos.
La variedad Tête de Moine AOP se caracteriza por un aroma refinado y una masa semidura, gracias a los tres o cuatro meses de maduración. Un queso rico en proteínas y minerales, naturalmente sin gluten ni lactosa. Una variedad suiza que ha logrado el reconocimiento de los expertos queseros y premiado como el segundo mejor queso en la categoría de Quesos Alpinos por el certamen World Champions Cheese, organizado por Cheese Makers Association que reconoce y premia a quesos, mantequillas y yogures.
Salón Gourmets 2025
Del 7 al 10 de abril, en el pabellón 8, stand H10, en el Salón Gourmets, se podrán degustar las variedades de quesos suizos más conocidos en España: Le Gruyère AOP, Emmentaler AOP, Appenzeller®, Tête de Moine AOP, Raclette Suisse®, L’Etivaz AOP, Vacherin Fribourgeois AOP, Sbrinz AOP. Un espacio para degustar y descubrir los auténticos.
Quesos de Suiza
Los Quesos de Suiza son famosos en todo el mundo gracias al cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran. El pastoreo de las vacas es obligatorio en Suiza, país donde está totalmente prohibido el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de ganado y donde ningún queso puede producirse con aditivos químicos.
Para elaborar un queso suizo se utiliza casi el doble de leche que para fabricar un queso de producción industrial. Las queserías reciben dos veces al día la leche recién ordeñada para garantizar la elaboración de un producto fresco y sano. El uso de leche cruda, no pasteurizada, posibilita un sabor más intenso y potencia los aromas derivados del pasto y los forrajes.
La rigurosa normativa, sometida a un estricto control por parte de la Oficina Federal de Agricultura de Suiza, garantiza la elaboración tradicional del producto desde el origen de la cadena hasta el final, momento en el que un tasador certifica que el queso tiene la suficiente calidad para llevar el sello de su región quesera. De esta manera, la denominación de origen suiza es garantía de un producto absolutamente natural.