La cadena hotelera española Castilla Termal, referente en combinar lujo, gastronomía y bienestar, propone una escapada exclusiva para esta Semana Santa. Con cinco hoteles únicos ubicados en entornos históricos del interior de la Península, ofrecen una experiencia que va más allá del descanso termal, combinando gastronomía local y una amplia variedad de actividades. Desde visitas a bodegas centenarias y rutas por paisajes naturales, hasta la posibilidad de jugar al golf en algunos de los mejores campos del país, cada destino brinda experiencias diseñadas para disfrutar sin prisas y con el máximo confort.
Brihuega, Guadalajara. A menos de una hora de Madrid, Brihuega es mucho más que su icónica floración de lavanda. Conocida como la “Provenza española”, esta villa es un enclave perfecto para disfrutar del turismo gastronómico, cultural y activo. El Castilla Termal Brihuega, ubicado en la histórica Real Fábrica de Paños del siglo XVIII, es un hotel de cinco estrellas que ofrece una experiencia de desconexión total. Su exclusivo Masaje 1750, inspirado en antiguas técnicas de relajación con telas, es una de sus experiencias más especiales. Para los amantes del golf, el Cabanillas Golf ofrece una combinación de deporte y paisaje en un entorno privilegiado.
San Bernardo, Valladolid. Este pequeño pueblo en la Milla de Oro de la Ribera del Duero alberga un alojamiento único, Castilla Termal Monasterio de Valbuena en un monasterio del siglo XII. El hotel está rodeado por parajes naturales a la ribera del río Duero y por viñedos del hotel de los que se obtiene la uva para el vino propio de la casa. Es una elección perfecta para los amantes de la tranquilidad y del buen comer. Aquí se encuentra la nueva apuesta gastronómica de Castilla Termal, Converso, un restaurante recién inaugurado que apuesta por la sostenibilidad y la gastronomía de kilómetro cero, por el respeto por el producto y la tradición castellana. Además, muy cerca se encuentran tres campos de golf: Aldeamayor, Entrepinos y Bocigas.
Olmedo, Valladolid. En esta localidad literaria se encuentra el origen de Castilla Termal: un oasis de bienestar enclavado en un convento del siglo XII, que celebra este año 20 años de excelencia. Un entorno incomparable en el que destaca la gastronomía castellana y el enoturismo al estar ubicado en la Ruta de Vino de Rueda, ideal para saborear los frescos vinos blancos de uva verdejo, mientras que sus instalaciones termales— destacadas por una piscina de agua mineromedicinal y una zona de contrastes inspirada en el arte mudéjar— permiten al huésped desconectar por completo. Además, ofrece planes familiares como la visita al Parque Temático del Mudéjar, una experiencia única para los pequeños de la casa.
El Burgo de Osma, Soria. En esta preciosa localidad declarada Villa de Interés Turístico se hallan innumerables monumentos que reflejan un pasado grandioso, como su muralla, su catedral o el Palacio Episcopal, entre otros muchos. Uno de estos edificios históricos, la antigua universidad del siglo XVI, acoge a Castilla Termal Burgo de Osma. Un refugio de calma en un enclave histórico en el que disfrutar del patrimonio cultural y de la naturaleza que le rodea, sin olvidar de una gastronomía de temporada en el patio acristalado del hotel. Su propuesta termal es inigualable, ya que el agua que emplean en sus piscinas y tratamientos de hidroterapia actúan para solucionar problemas de estrés y afecciones reumáticas.
Solares, Cantabria. Por último, Castilla Termal Solares, situado en el interior de Cantabria, pero a un paso de las costas del Cantábrico, es el destino más familiar de la cadena. Desde la riqueza de la Belle Époque que se respira en sus árboles centenarios y balcones señoriales, siguiendo por su auténtica cocina tradicional cántabra, con pescados salvajes recién llegados de la lonja y carnes a la brasa, hasta relajarse en su zona de wellness que cuenta también con piscina infantil con actividades para niños y su zona de contrastes inspirada en la arquitectura de las villas romanas. Este hotel invita a explorar desde las famosas Cuevas de Altamira hasta el Parque de la Naturaleza de Cabárceno o Santander, sin olvidar que para quienes disfrutan del golf, en los alrededores se encuentran campos que combinan el deporte con paisajes de inigualable belleza, ideales para una jornada al aire libre en familia o en solitario en el Real Golf de Pedreña