Ubicado en el litoral de La Enramada, esta nueva zona de esparcimiento revitaliza un espacio emblemático de Adeje, como es San Sebastián.
El Ayuntamiento de Adeje ha finalizado la remodelación del Mirador de La Paloma tras varios meses de ejecución. Este proyecto de mejora tenía como objetivo recuperar y realzar un lugar icónico del municipio que, hasta ahora, estaba desaprovechado y presentaba un notable deterioro.
"Con esta iniciativa pretendíamos destacar la belleza del entorno, ponerla en valor y mejorar la experiencia tanto de los residentes como de los visitantes", explicó el concejal de Obras, Epifanio Díaz Hernández. El edil también subrayó que "hemos diseñado el mirador para que sea completamente accesible, permitiendo que todas las personas disfruten del paisaje y de esta experiencia única".
"En definitiva, se trata de una infraestructura pensada para el uso y disfrute de toda la vecindad de Adeje, así como de los turistas que visiten la zona. Este espacio natural y paisajístico ahora permite apreciar un entorno histórico y de gran valor para nuestra ciudadanía", destacó Díaz Hernández.
Diseño en armonía con el entorno
La remodelación de este enclave planteó una integración cuidadosa con la naturaleza, respetando las formas, texturas y colores que ofrece la montaña de manera natural. El nuevo trazado accesible sigue el recorrido histórico de la montaña, reemplazando las escaleras por una rampa que respeta el perfil original del terreno, manteniendo una estética armónica y mimetizada con el entorno.
El recorrido cuenta con una pendiente del 6% y dos zonas de descanso antes de llegar al mirador principal en la cima del montículo. La primera parada, que ofrece espectaculares vistas de la playa de La Enramada, incluye áreas de estancia y sombras. El recorrido culmina en una plataforma elevada con límites que se funden visualmente con el horizonte, proporcionando una experiencia panorámica inigualable.
Para garantizar una experiencia cómoda, se ha considerado la orientación del sol, optando por soluciones de diseño que evitan estructuras costosas o de mantenimiento complejo. Una barandilla estratégicamente ubicada no sólo proporciona protección, sino que también sirve de sistema de sombra para un banco lineal situado en la grada inferior.
En cuanto a los materiales, se ha empleado hormigón continuo desactivado con áridos de tonalidades similares al entorno para el pavimento, logrando una perfecta integración visual. La iluminación se realiza mediante balizas en el suelo, mientras que las barandillas y los elementos de protección solar están fabricados en hormigón visto, reforzando la coherencia estética con el entorno.