Cosas que hacer en invierno en Innsbruck

UN SAFARI DIFERENTE

Cuando piensa en un safari, probablemente piensa en África y en avistar a los "Cinco Grandes".

Pero, ¿qué tal un safari diferente? Este invierno, la región de Innsbruck ofrecerá cinco cosas únicas que ver, descubrir y experimentar: desde esquiar bajo las estrellas o viajar en el tiempo en un mercado navideño victoriano, hasta un magnífico carnaval que sólo se celebra cada cinco años.

En la región de Innsbruck, "safari" significa experiencias únicas y muchas buenas razones para salir.

Diversión en las pistas: esquí nocturno en el Patscherkofel

Pistas perfectamente acondicionadas, una gran variedad de descensos y un magnífico telón de fondo montañoso: en estas condiciones, te encantaría pasar cada minuto libre de tus vacaciones de invierno esquiando. Y, si los días no son lo suficientemente largos para usted, la región de Innsbruck le permite prolongar la diversión en las pistas hasta (bastante) después de la puesta de sol. Varias estaciones de esquí de los alrededores de la capital del Tirol ofrecen la posibilidad de esquiar por la tarde o incluso por la noche determinados días: por ejemplo, en la Heiligwasserwiese, en el monte Patscherkofel, se puede esquiar todos los martes y jueves hasta las 18.30 horas. Las pistas iluminadas por encima del mar de luces de la ciudad, bajo un cielo estrellado, constituyen una experiencia única y especialmente agradable.

Experiencia en la naturaleza: trineo en el Rangger Köpfl

Deslizarse en trineo siempre es sinónimo de diversión invernal, ya sea solo, en familia o con amigos. El tranquilo ascenso permite disfrutar de la tranquilidad y la belleza del paisaje nevado circundante, mientras que en el descenso se disfruta de la velocidad y la emoción. Experiméntelo usted mismo en el Rangger Köpfl: con más de ocho kilómetros de longitud, el descenso en trineo por la ladera de la montaña es uno de los más largos de la región, una delicia para grandes y pequeños. Para descansar, también puede degustar alguna que otra especialidad local en el refugio Rosskogel o en los restaurantes Sulzstich y Stiglreith.

Experiencia urbana: paseo por el parque del castillo de Ambras

El castillo de Ambras se alza majestuoso sobre la ciudad de Innsbruck, y su gran parque merece una visita en cualquier época del año. Sin embargo, en invierno, cuando la nieve cubre este imponente edificio renacentista y sus alrededores, aparece bajo una luz muy especial y romántica. Al pasear por el recinto, se cruzan rocas, gargantas y puentes y, con un poco de suerte, puede que incluso seencuentre con los populares pavos reales del castillo, cuyo deslumbrante plumaje añade un llamativo toque de color a los senderos cubiertos de nieve del parque.

Espíritu navideño: un paseo por los mercados de Navidad de la región

Cada año, durante la época de Adviento, la ciudad se transforma en un fascinante paraíso invernal, entre otras cosas gracias a los numerosos mercadillos navideños, cuya iluminación festiva, encantadoras melodías, seductores aromas y abundantes golosinas atraen todos los sentidos. Los mercados, cada uno con un tema y un programa diferentes, se pueden encontrar por toda la ciudad. Los días previos a la Navidad también se celebran al estilo festivo en algunas localidades vecinas, por ejemplo en Telfs, donde, por primera vez, tendrá lugar un mercado navideño de estilo victoriano. En el ayuntamiento se representará el nuevo musical "Scrooge", basado en el famoso cuento de Charles Dickens "Cuento de Navidad".

Evento cultural: la procesión "Schleicherlaufen" de Telfs

Sombreros magníficamente decorados con elaborados dibujos, trajes de colores, bailes de todo tipo, mucha música y personajes salvajes: esto y mucho más se puede ver y oír en el Schleicherlaufen de Telfs, un desfile de carnaval que se celebra en esta ciudad desde 1890, cada cinco años, y que ofrece un espectáculo ineludible para los espectadores de cerca y de lejos. El domingo 2 de febrero de 2025, el acontecimiento volverá a repetirse: los cerca de 500 participantes volverán a pasear, bailar e incluso colarse por Telfs para poner la ciudad en un estado de efervescencia inusitado. No en vano, esta costumbre ha sido incluida en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.