Este miércoles se ha presentado el impactante documental “Operación Perros del Hielo”, que recoge las vivencias del equipo español que en mayo de este año viajó a Groenlandia para comprobar de primera mano el alcance del cambio climático en el techo del mundo, buscar una ubicación para la primera base científica española en el Ártico y realizar un censo de perros groenlandeses. Este documental forma parte de la potente iniciativa Desafío Ártico, que este año ha celebrado su 9ª edición. Ahora, todo el material gráfico producido durante el viaje se ha podido ver en una pieza audiovisual que no dejará nadie indiferente.
La película se ha presentado al público en el Matadero de Madrid, en un espacio cedido por el Ayuntamiento de Madrid, a quien la organización ha querido agradecer por su apoyo en todo momento a esta iniciativa. El acto ha sido presentado por Manuel Calvo, líder y organizador de Desafío Ártico y director de eventos de DingoNatura, por Rubén Díez Lethal Crysis, en cuyo canal de YouTube se podrá ver el documental durante los próximos meses, y por Manu Calvo, explorador y guía de montaña, todos ellos miembros de la expedición, con la presencia también de Nacho Jáuregui, montador del documental. Además, han querido estar presentes para acompañar al equipo de la expedición Carlos González Pereira, concejal presidente del distrito de Villa de Vallecas y presidente de la Fundación Dog Angels, la concejala Marta Rivera de la Cruz, tercera teniente de alcalde y delegada del área de Cultura, Turismo y deporte, y María Dolores Navarro Ruiz, concejala presidenta del distrito de Arganzuela.
OPERACIÓN PERROS DEL HIELO: UNA PROEZA TÉCNICA Y HUMANA
Las impactantes imágenes que se van a ver por primera vez en España han sido grabadas por el experimentado documentalista y director de fotografía Ricardo Fernández ROC, como vehículo para remover conciencias y hacer una importantísima pedagogía sobre el impacto que el cambio climático está teniendo en nuestro planeta. Groenlandia, por su delicado equilibrio ecológico y por sus peculiares características geográficas, es considerada por la comunidad científica como la zona cero del calentamiento global, en la que hoy en día se puede ver un adelanto de las consecuencias climáticas globales que vendrán en el futuro próximo.
El propio proceso de grabar un documental de estas características en Groenlandia, subidos todo el día a un trineo tirado por perros y con temperaturas que han llegado a alcanzar varias decenas de grados bajo cero, ha supuesto un reto en sí mismo. Aun así, el resultado compensa con creces las dificultades. Los paisajes árticos de Neqe, Ilulissat o Qanaaq proporcionan unas imágenes de belleza sobrecogedora, casi alienígena, especialmente cuando son atravesados por los melancólicos aullidos de los perros groenlandeses, como si supieran la delicada situación que atraviesa su especie y el conjunto del planeta.
La película no está exenta de momentos de gran tensión dramática, como el momento en el que, al cruzar una grieta en el hielo marino, uno de los trineos a punto está de perderse en las heladas profundidades del Océano Ártico. Afortunadamente, y sin miedo a destripar el final, no hubo que lamentar ningún incidente grave, y todo el proyecto transcurrió con normalidad. “Esta vez se ha quedado en un susto, pero hemos vivido situaciones muy complicadas debido a unas condiciones meteorológicas desconocidas en estas fechas, incluso por los propios inuits”, lamentaba en el documental Manuel Calvo. A las fuertes tormentas se les suceden días de calor inusitado, algo que los propios inuit que acompañan al equipo (Ilanguaq Kaerngaq, Adolf Simigaq, Ijaja Alataq y Mark Hansen) describen como algo “insólito”
El filme permitirá a los espectadores descubrir el Gran Norte y sus habitantes, los inuits, abriendo una ventana privilegiada a las condiciones de un pueblo poco conocido (y, mucho menos, comprendido) que se labra su existencia en los hielos perpetuos del norte. Su modo de vida y la estrecha cooperación con sus perros será el centro del documental, siempre enmarcado por los hermosos y sobrecogedores paisajes del confín groenlandés. También desvela la compleja realidad de esta sociedad, en la que tanto cazadores como perros corren grandes riesgos en los largos meses de actividad en el hielo. Así, se recogen testimonios únicos y cada vez más difíciles de conseguir, como el de Ijaja, que relata como hace años el hielo era mucho más grueso: “cuando salíamos a pescar, metíamos una barra para ir picando el hielo. El grosor del hielo era el de una persona entera”. Hoy en día, ese hielo a veces ni siquiera alcanza el medio metro. “Los ancianos nos hablaban de verdaderos gigantes de hielo, que ya no existen”, relata con tristeza.