Valonia se presenta como el destino perfecto para una escapada otoñal, ofreciendo experiencias para todos los gustos: desde vibrantes escapadas urbanas para los más jóvenes, hasta retiros relajantes en plena naturaleza para parejas, y aventuras educativas para disfrutar en familia. Con su rica oferta gastronómica, alojamientos acogedores y paisajes deslumbrantes, Valonia invita a los viajeros españoles a sumergirse en una experiencia inolvidable este otoño.
Valonia, la región francófona del sur de Bélgica, se posiciona como el destino ideal para quienes buscan una escapada memorable este otoño. Con su combinación única de cultura, naturaleza y gastronomía, ofrece una amplia variedad de experiencias que prometen satisfacer a todo tipo de viajeros.
Una escapada urbana para jóvenes dinámicos
Para aquellos que buscan el pulso de la ciudad, Valonia propone un fin de semana “trendy” cargado de estilo y energía en las ciudades de Lieja, Mons, Charleroi, Namur y Tournei. Este plan es perfecto para jóvenes dinámicos que deseen disfrutar de la gastronomía y la cerveza valona en los sitios de moda. También para los que busquen disfrutar de las mejores compras en concept-stores, tiendas vintage o en los mercadillos más top, o simplemente quieran disfrutar de tranquilos paseos por los barrios históricos o recorrer las rutas de arte urbano. El colofón lo marca el alojamiento, con posibilidad de hacerlo en hoteles con un estudiado diseño en los que se sentirán como en casa y que capturan la esencia contemporánea de la región.
Así, en Lieja, la Ciudad Ardiente encontrarán una urbe festiva; en Namur, la capital valona, hallarán una ciudad romántica con su ciudadela dominando la ciudad; en Charleroi, donde se fusionan su pasado industrial y su espíritu renovador, descubrirán la cuna del País Negro y del cómic; en Mons podrán sumergirse en la magia de la que fuera Capital Europea de la Cultura en 2015; y en Tournai podrán disfrutar de una de las ciudades más antiguas de Bélgica, conocida como la ciudad de los cinco campanarios.
Una escapada romántica en la naturaleza
Para parejas que anhelan un retiro tranquilo, nada como un fin de semana disfrutando de una estancia “Relax” en las Hautes Fagnes. Esta reserva natural única en Europa, y la más alta de Bélgica, alberga el parque natural más antiguo de Bélgica y es perfecta para caminatas serenas, relajación en spas de lujo y degustación de cervezas artesanales locales.
El Domaine des Hautes Fagnes, un hotel-spa rodeado de bosques, es el lugar ideal para desconectar y revitalizarse. También es posible disfrutar de experiencias únicas como el encuentro con llamas y sesiones de meditación en plena naturaleza, ideales para reconectar con uno mismo.
La gastronomía también tiene cabida. Ideal para una cena romántica es la propuesta del restaurante del Domaine des Hautes Fagnes. Pero si lo que se busca son platos tradicionales acompañados de cervezas artesanales, la elección pasa por la Brasserie Belgium Peak Beer, cuyas vistas son otro plus, o la Brasserie de Bellevaux.
Y, por supuesto, no podemos olvidar una visita al Castillo medieval de Reinhardstein para sumergirse en la historia de la región y disfrutar de impresionantes vistas de los alrededores gracias a su ubicación en las alturas del valle de la Warche.
Tiempo de calidad en familia
Para familias que buscan combinar diversión y aprendizaje, la estancia "Descubrimiento" propone un recorrido por la región de Bouillon, que destaca por los impresionantes paisajes que se pierden en el horizonte y es ideal para paseos en familia.
En otoño, además, es tiempo de berrea y el espectáculo del bramido del ciervo resulta una experiencia totalmente nueva para los niños (y no tan niños), y puede ser escuchado tanto en las Ardenas en lugares como domaine des grottes de Han, forêt Sait-Hubert, como en la región de Bouillon. Allí, l’auberge de Rochehaut propone esta experiencia única para tener la oportunidad de asistir [y escuchar] la magia del bramido.
Otro imprescindible puede ser una visita a un castillo fortificado como el de Bouillon con su espectáculo de cetrería, sus visitas nocturnas con antorchas o su espectáculo nocturno de luz y sonido.
Y, por supuesto, en Valonia no puede faltar un guiño a los más chocolateros. Y es que muchos chocolateros belgas ofrecen talleres, un placer para disfrutar en familia siendo parada obligatoria en la región de Bouillon una visita a 'Les Chocolats d'Edouard', en Florenville