Un Embraer 195-E2 de KLM Cityhopper voló del Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam al Aeropuerto de Valencia como parte del reto The Aviation Challenge. El reto es una iniciativa de la alianza aérea SkyTeam para alentar a las aerolíneas a realizar sus operaciones de la forma más eficiente y económica posible. Las aerolíneas miembros comparten los resultados de sus pruebas, lo que les permite aplicar estas constataciones para hacer más verdes todas sus operaciones de vuelo.
KLM es consciente de su impacto en el medio ambiente y el clima, y reconoce que nuestro planeta tiene límites, por lo que es necesario actuar dentro de estos límites. Probando diversas innovaciones durante toda la operación de vuelo y a bordo, KLM quiere evaluar sus resultados con el objetivo de extenderlos e implementarlos como prácticas estándar.
El vuelo de KLM Cityhopper KL1531 despegó de Ámsterdam a las 14.54h. y llegó a Valencia (ciudad declarada Capital Verde Europea en 2024 por la Comisión Europea) a las 17.01h.
“La aviación es vital para conectar nuestras ciudades y culturas, pero también es imperativo que estas conexiones se realicen de manera responsable y sostenible. Por eso, Valencia apoya y participa activamente en este desafío, convencida de que solo a través de la colaboración entre gobiernos locales, aerolíneas y organizaciones internacionales podremos alcanzar nuestras metas comunes”, declaró Paula Llobet, concejala delegada de Turismo, Innovación e Inversiones del Ayuntamiento de Valencia
Noud Duyzings, vicepresidente ejecutivo para Europa de Air France-KLM afirmó: “Desde mi puesto como responsable para Europa de Air France-KLM estoy especialmente satisfecho de que el destino de medio radio elegido para este año haya sido Valencia, designada por la Comisión Europea como Capital Verde Europea. Desde 2016 operamos entre Ámsterdam y Valencia, conectando Valencia con el resto del mundo a través de nuestro “hub” en el aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol. Nuestra positiva y constructiva relación con la región de Valencia y las distintas instancias implicadas desempeña un papel importante en el éxito de esta ruta”.
Por su parte, Maarten Koopmans, consejero delegado de KLM Cityhopper añadió: “Las iniciativas de hoy ponen de manifiesto el compromiso de KLM con la sostenibilidad y nuestra voluntad de hacer partícipes a nuestros estimados pasajeros en este importante viaje.
Creemos que cada paso, por pequeño que sea, nos acerca a un futuro más verde y sostenible en la aviación”.
Durante el vuelo, KLM probó diversas iniciativas. Por ejemplo, la implantación de un nuevo procedimiento de ascenso, OptiClimb, puede ahorrar un 1% de combustible en los aviones de KLM Cityhopper. Este procedimiento de ascenso aconseja a los pilotos sobre las velocidades de ascenso más eficientes, dependiendo del peso, las condiciones meteorológicas, el tipo de aeronave y la ruta. Además, los procesos de tierra en el aeropuerto -tanto en Schiphol como en Valencia- tenían como objetivo realizarse con equipos eléctricos.
A bordo también se realizaron varios cambios, tanto perceptibles como imperceptibles para el pasajero. Se realizaron cálculos para minimizar la carga, y los residuos de comida se recogieron por separado. Además, el vino se transportó en “tubos de vino”, en lugar de pequeñas botellas, reduciendo tanto el peso como los residuos. Asimismo, los carros del cáterin a bordo se rediseñaron para recoger y procesar todos los residuos por separado. Por otro lado, no se llevó vajilla de cerámica a bordo y la taza de la clase Business estaba fabricada con residuos agrícolas reciclados. La revista de a bordo de KLM, el Holland Herald, pudo consultarse digitalmente a través de la conexión Wi-Fi a bordo. Por último, la tripulación llevó uniformes fabricados con un nuevo tejido más sostenible y calzó las zapatillas deportivas KLM de Filling Pieces que acaban de incorporarse al uniforme.
Como compañía aérea, KLM también quiere hacer partícipes a los pasajeros en esta transición. Los pasajeros que compraron combustible alternativo (SAF) tuvieron prioridad en el embarque, embarcando inmediatamente después de los pasajeros Skypriority. El agua del grifo también estuvo más accesible en Schiphol con puntos de agua que permitieron a los pasajeros llenar botellas Dopper rellenables. Esto reduce la necesidad de botellas de agua de plástico. También se recomendó a los pasajeros que llevaran poco equipaje.
La idea de The Aviation Challenge surgió de un grupo de entusiastas empleados de KLM. Se inspiraron en la histórica carrera Londres-Melbourne de 1934, cuyo objetivo era abrir el mundo para conectar a las personas. Los retos a los que se enfrenta la aviación hoy en día ya no consisten en salvar distancias, sino en ser más sostenible. De ahí el reto concreto de hacer que un vuelo comercial regular sea lo más sostenible posible en el marco de The Aviation Challenge.