La protección solar es un elemento esencial en el cuidado de la piel a cualquier edad, pero cobra una importancia aún mayor a los 60 años. A esta edad, la piel ya ha experimentado años de exposición acumulada al sol, lo que aumenta la necesidad de protegerla de más daños, por lo que debemos elegir cuidadosamente el protector solar que vamos a utilizar, priorizando el factor, que sea de amplio espectro, con filtros físicos y a ser posible, formulados para pieles maduras con antioxidantes y ácido hialurónico.
Los rayos ultravioleta son una de las principales causas del envejecimiento prematuro de la piel, incluyendo arrugas, pérdida de elasticidad y manchas de la edad. Por eso, la protección solar diaria es crucial para prevenir el daño solar adicional, lo que no sólo tiene un impacto estético, sino que también reduce el riesgo de cáncer de piel. Mucho más, si pasamos de los 60 años.
¿Qué tipo de protección solar debemos usar pasados los 60?
Tenemos que fijarnos primeramente en el SPF o factor de protección solar, pero también que sea de amplio espectro: “Para las pieles maduras, se recomienda un factor de 30 o más para asegurar una protección que además debe ser de amplio espectro, es decir, que proteja tanto de los rayos UVB (responsables de las quemaduras solares) como de los rayos UVA que causan el envejecimeinto de la piel” – nos aclara Esperanza Sáenz, responsable de imagen de la firma sevillana Nezeni Cosmetics. También recomienda fijarse en los filtros físicos o minerales, con ingredientes como el óxido de zinc o el dióxido de titanio, ya que actúan como barrera sobre la piel, dispersando los rayos UV en vez de absorberlos: “Son la mejor opción para pieles maduras porque además son menos propensos a causar reacciones alérgicas o irritación, y son más estables bajo la exposición solar que los filtros químicos”.
Filip Van, CEO fundador de la firma cosmética natural Di Oleo, insiste además en la necesidad de buscar fórmulas adaptadas para pieles de + 60 años: “Muchos de estos productos contienen un extra de hidratación necesario para este tipo de piel más sensible, con antioxidantes y ácido hialurónico. Antes de aplicarlo, conviene una rutina exprés que prepare la piel y cubra todos los aspectos esenciales, algo sencillo, basta con limpiador, contorno de ojos y crema antiarrugas previa a la protección solar”.
El estilo de vida y los hábitos saludables son clave
El cuidado de la piel no consiste únicamente en los productos que aplicamos externamente, los factores del estilo de vida juegan un papel fundamental en la salud y apariencia de nuestra piel, especialmente pasados los 60. Cuidar la piel a partir de esta edad implica una combinación de rutinas cosméticas bien seleccionadas y hábitos de vida saludables. Son esenciales una limpieza suave, una exfoliación adecuada, una hidratación intensiva, el uso de serums y cremas con ingredientes activos antienvejecimiento, y una atención especial al contorno de ojos.
“Alimentos como los arándanos, las espinacas o los tomates protegen nuestra piel del daño de los radicales libres, así como los ácidos grasos omega-3 que encontramos en las nueces o el pescado azul, ayudan a mantener la piel hidratada y reducen su inflamación. Una piel saludable también está asegurada con el ejercicio regular gracias a que mejora la circulación, y con dormir las horas suficientes para que no se vea cansada” – concluye Filip Van.