No nos hemos vuelto locos… y es que Arabia Saudí es capaz de sorprender en cualquier época del año, y este verano ha ideado algunas propuestas que consiguen bajar unos grados la temperatura ambiente experimentando el lado más fresco del Reino.
Así, los exploradores más audaces disfrutarán de una escapada a las suaves temperaturas de las tierras altas de Aseer o visitando las fragantes granjas de rosas de Taif; mientras que, para los aventureros, acampar en los frondosos terrenos de Al Baha ofrece un retiro único. Los que buscan exotismo pueden entregarse a la lujosa vida de los resorts a lo largo de las prístinas costas del Mar Rojo o sumergirse en la rica historia y los impresionantes paisajes de AlUla. Para los entusiastas de los eventos, la vibrante vida urbana de Yeda y Riad garantiza que siempre ocurra algo emocionante.
Arabia Saudí tiene algo para todos los gustos, lo que la convierte en un destino perfecto para el verano.
La primera propuesta nos lleva a Aseer, donde las temperaturas son más frescas. En las montañas, no sólo son increíbles las vistas panorámicas desde el teleférico de Al Soudah, sino que también se pueden realizar varias actividades en la naturaleza, como caminar por las frescas tierras altas del sur y explorar frondosos bosques y encantadores valles, o sobrevolar las montañas en parapente, con la opción de hacerlo en tándem con un piloto profesional.
El pueblo histórico de Rijal Almaa, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una visita obligada en Aseer. Allí es posible conocer la forma de arte Al Qatt Al Aseeri, de la que son pioneras las mujeres. Para disfrutar de una vista impresionante, una parada imprescindible es la Ciudad Alta, desde donde admirar los impresionantes valles de Abha. Y para quienes viajen en septiembre, el Festival Flowerman es especialmente colorido y muestra la cultura de la tribu indígena Aseri, con hombres que llevan coronas de flores como tocado.
Taif es la joya oculta saudí, y otro destino donde las temperaturas son más suaves. Esto la convierte en un popular destino estival para los saudíes, y bien merece una escapada veraniega. Situada en la ladera oriental de los montes Sarawat, a unos 1.700 metros sobre el nivel del mar, Taif es famosa por la producción de rosas. Allí es posible escapar del calor y el ruido de la ciudad en alguno de los campings de Taif, en Ahway, o reservar una visita guiada a alguna de sus 2.000 granjas de rosas. Una visita interesante podría ser a la fábrica Alshiokh, en la que conocer el proceso de fabricación de productos compuestos principalmente por extracto de aceite de rosa. Las rosas recolectadas en Taif, una vez pesadas, pasan por un proceso en el que se añade agua de rosas y se someten a altas temperaturas para iniciar el proceso de destilación y extracción de la grasa de las rosas para crear productos naturales como refrescantes aerosoles corporales, jabones, cremas hidratantes para la piel e incienso.
Esta es una de las regiones menos visitada por los turistas, pero no por ello menos interesante. Pasear por el zoco de Taif, uno de ellos más grandes del país, es una auténtica delicia. En él puede encontrarse casi de todo, desde artesanías, miel local, agua de rosas o simplemente disfrutar de un té de menta. Además, Taif es la capital saudí de la fruta ecológica, por lo que no hay que dejar de probar sus melocotones, granadas, uvas y dátiles.
Las tierras vírgenes de Al-Baha, por su parte, están repletas de densos bosques, montañas, cascadas y valles de naturaleza cautivadora. La región también conserva una historia milenaria, que se evidencia en las inscripciones y dibujos que se han dejado en sus montañas y valles, además de un rico patrimonio de antiguas tradiciones, evidenciado en sus platos típicos, pueblos históricos y museos patrimoniales, y sus mercados populares. Los amantes de la aventura disfrutarán de lo lindo en el Parque Forestal de Raghadan.
Los viajeros pueden reservar una escapada romántica al acogedor complejo Shada Cave, lejos del bullicio de la ciudad, y disfrutar de la hospitalidad saudí con vistas al verdor de Al Baha, donde se cultivan verduras, cereales y frutas de temporada como uvas, granadas, manzanas, melocotones y chumberas. La apicultura es un oficio ancestral en esta región, por lo que los viajeros también pueden visitar a los productores locales de miel para degustar y comprar sus productos.
Visita ineludible en Al-Baha es el antiguo pueblo de Dhi Ayn, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, donde sumergirse en las tradiciones ancestrales que se han mantenido a través de generaciones.
En AlUla, sus noches más frescas y su baja humedad la convierten en un destino veraniego excepcionalmente atractivo en la Península Arábiga. Ya sea para rejuvenecer cuerpo y mente, embarcarse en una aventura inolvidable o incluso teletrabajar en medio de un paisaje impresionante, AlUla promete un verano mágico lleno de experiencias inesperadas. Allí se encuentra el primer lugar de Arabia Saudí declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, situado en el desierto del noroeste, con asombrosas tumbas que abarcan 7.000 años de historia, y también alberga sorprendentes formaciones rocosas, como la Roca del Elefante, de 52 metros de altura que contrastan con el verde oasis de AlUla.
La oferta de actividades en AlUla es variadísima, pudiendo elegir entre la práctica de deportes de aventura o disfrutar de festivales como el Azimuth AlUla, que ofrece una espectacular fusión de arte y música en un entorno impresionante. AlUla impresiona también con su oferta alojativa, que va desde las lujosas tiendas de Banyan Tree AlUla hasta el complejo desértico de Habitas AlUla. Y, por supuesto, tampoco hay que perder la oportunidad de degustar la exquisita gastronomía de Maraya ni de disfrutar de la experiencia de observar las estrellas en Gharameel, con visitas guiadas a través de las galaxias.
La siguiente parada nos lleva hasta Yeda, que es la puerta de entrada al Mar Rojo y una invitación a explorar su fascinante litoral. Desde playas de arena blanca hasta aventuras submarinas en ricos arrecifes de coral, Yeda ofrece un paraíso sin igual.
Recorrer el paseo marítimo a la puesta del sol mientras se ilumina la ciudad, visitar el acuario, reservar una excursión en barco para descubrir su costa virgen, darse un capricho en sus espectaculares centros comerciales, o deambular por las calles de Al-Balad, su casco antiguo, son algunas de las actividades que no deben dejar de hacerse en una visita a Yeda.
Desde Yeda, el Mar Rojo se configura como el siguiente destino a visitar en el verano saudí, con sus más de 90 islas con playas vírgenes, volcanes inactivos, amplias dunas desérticas, cañones montañosos y enclaves culturales. La joya de este enorme destino centrado en la sostenibilidad es, por supuesto, el propio Mar Rojo. Conocido por sus aguas excepcionalmente cálidas, el Mar Rojo rebosa biodiversidad y deslumbrantes arrecifes de coral. Por ello, no es de extrañar que el submarinismo en el Mar Rojo sea una de las actividades más populares. Sus aguas albergan más de 1.000 especies de peces y más de 300 de coral, con arrecifes de hasta 7.000 años de antigüedad.
Además de disfrutar de actividades acuáticas como vela, Kayak, o windsurf, puede realizarse observación de aves, o practicar senderismo, ciclismo y escalada en el interior.
Los amantes del lujo encontrarán excepcionales complejos turísticos en el Mar Rojo, como Nujuma, de Ritz-Carlton, The St. Regis Red Sea Resort o el Six Senses Southern Dunes, The Red Sea.
Finalmente, una visita a Arabia Saudí no queda completa sin una parada para descubrir Riad, su capital, donde la modernidad se funde con la historia de la región creando una experiencia ecléctica, pudiendo encontrar desde lujosos centros comerciales hasta antiguas fortalezas del desierto.
En la bulliciosa ciudad de Riad la gastronomía puede disfrutarse en lujosos restaurantes con servicios distintivos que proponen una gastronomía basada en platos internacionales, o en los restaurantes locales que tientan al viajero con sabores auténticos y una mezcla de especias de la cultura saudí. Las opciones son diversas, y van desde una cena romántica en la Terraza Bujairy hasta una noche de cena y compras de lujo en Via Riyadh.
La ciudad también acoge grandes acontecimientos culturales y ofrece una amplia gama de opciones de entretenimiento, incluida la emocionante Copa del Mundo de E-Sports, que proporcionan nuevas y emocionantes experiencias a todos los visitantes. Y para los amantes de la historia y la cultura, siempre merece la pena hacer una excursión a At-Turaif, un espectacular patrimonio de la UNESCO en Diriyah.
Viaje
Saudia Airlines conecta España y Arabia Saudí con vuelos desde Madrid y Barcelona a Yeda y Riad. Además, del 7 de junio al 23 de agosto de 2024, conectará Málaga con Riad.
Para acceder a Arabia Saudí desde España es necesario un visado, que puede solicitarse directamente por Internet con antelación o a la llegada al aeropuerto de destino. Para viajes más cortos, también está disponible un visado de escala, que permite a las personas en tránsito por Arabia Saudí entrar en el país por diversos motivos, incluido el turismo.