En el corazón de Mallorca, una técnica ancestral de artesanía está experimentando un renacimiento que entrelaza historia, cultura y destreza manual. La llatra de Mallorca, una práctica tradicional de trenzado de palmas de palmito, ha sido cuidadosamente preservada y transmitida de generación en generación, y hoy se erige como un símbolo de identidad y patrimonio cultural de la isla.
La obra de llatra, también conocida como “llatra” tiene sus raíces en tiempos remotos, cuando los habitantes de Mallorca utilizaban las hojas de palma para crear utensilios y objetos de uso cotidiano. Esta técnica, que requiere una habilidad minuciosa ha sido un elemento vital de la economía y la vida rural de la isla durante siglos. De hecho, gracias a los esfuerzos de artesanos dedicados y organizaciones culturales, esta práctica artesanal está viviendo un renacimiento en la actualidad.
En los últimos años, diversas iniciativas han surgido para revitalizar la llatra. De esta forma, se realizan talleres de artesanía, exposiciones y programas educativos, que atraen tanto a locales como a turistas interesados en aprender sobre esta técnica única. Estas actividades no solo permiten a los participantes adquirir nuevas habilidades, sino que también crean un vínculo profundo con la herencia cultural de la isla.
Capdepera y Artá son las localidades donde tradicionalmente se concentran la mayoría de los maestros artesanos de esta modalidad. De hecho, esta primera, cuenta incluso con un Museo de la Llatra, ubicado en el castillo, donde se muestra desde la recolecta del palmito, el proceso de secado y blanqueado de sus hojas, hasta el trenzado y elaboración de las piezas.
La llatra de Mallorca es un legado vivo que encarna la historia y el espíritu de la isla. Hoy en día, en prácticamente cualquier rincón de la isla, puede comprarse cestas o senallas trenzadas con esta palmera autóctona mallorquina, convirtiéndose en un recuerdo único, original y útil para llevarse un trozo de Mallorca con uno mismo.