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Nietos robots: la revolución del cuidado de los mayores
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Nietos robots: la revolución del cuidado de los mayores

jueves 16 de mayo de 2024, 08:54h

Los denominados «nietos robots» son el último modelo de robot cuidador. Desarrollados expresamente para el cuidado de las personas mayores, y sobre todo para acompañar a los ancianos que pasan mucho tiempo solos, según sus creadores ofrecen numerosos beneficios. Sin embargo…

La soledad es otra de las epidemias silenciosas del siglo XXI. Una especialmente desoladora si pensamos en los principales afectados: las personas mayores.

Aunque son muchas las personas que viven solas o pasan la mayor parte del día en soledad, en la mayoría de los casos se trata de ancianos. Y son muchos los factores que intervienen en esta cuestión: una población cada vez más envejecida, falta de medios y de tiempo por parte de los cuidadores o, el más terrible de todos, falta de interés por parte de los familiares.

Ello hace que, desgraciadamente, cada cierto tiempo se descubran nuevos casos de personas que han fallecido solas en su casa, pero de cuya ausencia nadie se había percatado hasta pasados días o incluso semanas.

Y es por ello por lo que una de las últimas soluciones propuestas para acabar con este problema, y que llega de la mano de la tecnología más avanzada, me genera sentimientos contradictorios.

Me refiero al “niño robot” que ha comercializado una empresa coreana y que, según sus creadores, es una eficaz manera de cuidar de las personas mayores para prevenir problemas de salud asociados a la soledad.

Nietos robots: una nueva cara de “pinocho”

Corea es uno de los países más envejecidos del mundo, además de uno de los más avanzados en tecnología. Por ello en cierto modo no sorprende que se haya optado por esta medida. De hecho, la empresa responsable lleva años creando robots cuidadores.

Pero, ¿qué tiene de especial este nuevo robot, que ya se está comercializando por unos 1.600 euros?

De entrada, basta mirar la imagen para darse cuenta de que es más un muñeco que un robot. Además, su aspecto es similar al de un niño, razón por la que se conoce como “nieto robot” y, de hecho, está diseñado para que la persona pueda abrazarlo, al igual que haría con su nieto de verdad.

Aunque aquí no acaban las novedades. Lo que más destaca es que cuenta con Inteligencia Artificial (IA). Y eso, sumado a los numerosos sensores que lleva incorporados, permite que el robot sepa qué está ocurriendo a su alrededor y sea totalmente interactivo.

Por ejemplo, no solo recuerda la hora a la que hay que tomarse la medicación. También puede detectar si una persona lleva mucho tiempo sentada en el sofá y, cuando esto ocurre, avisa de que es importante moverse. Eso sí, lo hace usando un lenguaje más “humano”, como haría un niño, con frases del estilo “venga, abuelita, es hora de moverse un poco”.

De hecho, es gracias a esa IA que el robot puede “conversar”, como si realmente fuera el nieto, sin olvidarse de decir a menudo que “la quiere mucho”.

Según sus creadores, esto último es lo que otorga más valor al nuevo robot cuidador. Porque no solo ofrece protección para la persona que está a su cargo, ya que si detecta que lleva mucho tiempo sin moverse llama a los servicios médicos y al familiar más cercano.

Ante todo, está diseñado para ofrecer una convivencia lo más real posible. Por ejemplo, proponiendo temas de conversación, la posibilidad de escuchar las canciones que más le gustan, preparando recetas de comida saludables... Todo con el fin de que la persona no se sienta sola. Y, según estudios realizados por la empresa, ayuda a reducir la depresión de los usuarios; una de las consecuencias más habituales de la soledad.

Robots peluches y mascotas para terapias

El “robot nieto” es uno de los últimos ejemplos de tecnología al servicio de la salud de las personas. Aunque este es un campo que lleva con nosotros más tiempo de lo que podríamos imaginar.

Ya hace más de 20 años que se creó Nuka, un robot diseñado por una empresa japonesa para acompañar y brindar apoyo emocional en las terapias médicas.

Con forma de bebé foca, inicialmente se pensó en él como sustituto para las terapias con animales, ya que trabajar con estos ofrece muchos beneficios a las personas con deterioro cognitivo, alzhéimer o demencia.

Por un lado, brindan cariño y cercanía, lo que ayuda a que los pacientes se relajen y no sufran crisis. Pero, por otro lado, esas personas se sienten más útiles porque tienen que cuidar del animal, lo que ayuda a reducir la depresión asociada a estas afecciones.

Sin embargo, en los casos más graves de demencia, donde el paciente puede responder con una agresividad que ponga en riesgo la seguridad del animal, se optó por estos robots animatrónicos. Y rápidamente se convirtieron en una herramienta muy útil para terapias en residencias de mayores, hospitales y centros de día.

Pero en Japón, país donde al problema del envejecimiento poblacional se une el del espacio, también se ofrece como animal de compañía para aquellas personas que viven solas en un apartamento demasiado pequeño donde no se permite que haya perros o gatos.

De nuevo, los estudios realizados han demostrado que estos robots terapéuticos mejoran significativamente el estado de ánimo y el bienestar emocional de los mayores. Reduciendo incluso la necesidad de tomar ansiolíticos.

Y se ha confirmado que también permiten aliviar la carga de los cuidadores de esos pacientes, tanto profesionales como familiares.

Sin embargo...

Nada más real que el cariño (y el tiempo)

No hay duda de que la tecnología nos facilita la vida. Ya sea en el trabajo o en casa, y sobre todo en el cuidado de la salud, ha contribuido a que vivamos más y mejor. Pero cuando el problema en cuestión es el de la soledad, tal vez depender de esa tecnología no sea la mejor solución.

Porque por muy avanzada que sea la IA, por muy “real” que parezca ser ese robot, no deja de ser una copia. Un mero sustituto.

Por otro lado, si la investigación ha confirmado que recibir cariño y sentirse querido ofrece beneficios para la salud, ya sea mental o física... ¿no sería mejor que nosotros mismos brindáramos ese cariño?

Que en lugar de dedicar nuestro tiempo a crear herramientas para acompañar a las personas que están solas, usemos ese tiempo para estar con ellas.

Sería una solución más sencilla y al alcance de todos. ¿No cree?

(Extraído de Salud, Nutrición y Bienestar)

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