Carlos Moro, fundador de Win Sin Alcohol participa en una mesa redonda durante el Duero Wine Fest para hablar de vinos de baja graduación y sin alcohol. Una tendencia que esta bodega puso en el mercado con Win hace ya casi 20 años y que hoy, forma parte de la nueva gastronomía líquida.
La gastronomía líquida, un fascinante concepto que ha ido ganando terreno en los últimos años explora sabores y texturas en forma líquida abriendo un abanico de posibilidades creativas para chefs y mixólogos. Win Sin Alcohol, aparece como opción a un maridaje sin alcohol, o de menor graduación tan sofisticadas como las clásicas y que son elaborados a partir de vinos blancos, tintos o rosados, manteniendo todas las propiedades y aromas. Además, con un enfoque cada vez mayor en la sostenibilidad y la salud, Win se anticipó a esta tendencia y exploración de la gastronomía líquida que además son saludables y respetuosos con el medio ambiente.
“La bodega Win Sin Alcohol inspira con sus nuevas alternativas procedentes de vino, la creatividad de chefs, sumilleres y mixólogos experimentando con combinaciones inusuales de sabores y técnicas para ofrecer experiencias gastronómicas únicas y memorables maridadas sin alcohol, y a nosotros nos encanta estar en ellas.” Añade Beatriz Moro, presidenta de Win Sin Alcohol.
En resumen, la nueva era de la gastronomía líquida promete emocionantes innovaciones en la intersección entre ciencia, arte y sabor. La bodega vallisoletana comenzó a investigar en 2003 sobre los vinos sin alcohol convirtiéndose en pionera en este segmento, hoy en día mantiene un completo porfolio de referencias aptas para todos los públicos. Se ha focalizado en consumidores que no pueden o no quieren beber alcohol, y en alto crecimiento en los mercados internacionales. Win y Sonríe, las dos marcas que comercializa la empresa, se elaboran en la bodega Win Sin Alcohol, en Valbuena de Duero (Valladolid), a través de un proceso de elaboración totalmente natural, partiendo de un vino elaborado con uvas de viñedos propios.
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