El Transcantábrico Gran Lujo inicia los viajes de la temporada 2024. El tren empezó a circular en julio de 1983 entre León y Matallana de Torío y, a lo largo de los más de cuarenta años de servicio, interrumpidos únicamente por la pandemia, se ha consolidado como uno de los trenes turísticos más reconocidos del panorama internacional del turismo ferroviario de lujo.
Los viajes de El Transcantábrico Gran Lujo transcurren en la actualidad entre San Sebastián y Santiago de Compostela. Ofrece salidas de 8 días (7 noches) entre las dos capitales y rutas cortas de 4 días (3noches) que se inician en Oviedo y concluyen en San Sebastián o entre Santiago de Compostela y Gijón. Todos los viajes incluyen alojamiento a bordo del tren en Suites Gran Lujo y una oferta gastronómica que abarca los desayunos, comidas y cenas a bordo o en restaurantes seleccionados, visitas guiadas, entradas a monumentos y espectáculos, actividades a bordo, guía multilingüe durante todo el recorrido y autobuses para desplazamientos.
La composición actual del tren es de siete coches cama, cuatro coches salón y un coche cocina. Su capacidad máxima es de 28 plazas distribuidas en 14 amplias y lujosas suites dobles que pueden ser utilizadas también en triple.
Las zonas comunes de El Transcantábrico Gran Lujo se distribuyen en un confortable comedor en el que los viajeros toman el desayuno y, cuando corresponde, degustan los selectos platos que se elaboran en la propia cocina del tren. También se ha habilitado un Salón Pub donde cada noche se ofrece música en directo y se organizan fiestas diversas, así como un coche Bar.
Por lo que respecta a los espacios privados, las 14 habitaciones que comercialmente se han denominado Suites Gran Lujo cuentan con un dormitorio con una amplia cama (150x200cm) armario ropero y maletero, un pequeño y confortable salón con televisor, video, consola de juegos, equipo de música, ordenador con conexión gratuita a internet, teléfono inalámbrico, doble climatización, minibar, y un completo cuarto de baño con ducha.
En definitiva, El Transcantábrico Gran Lujo es un lujoso hotel rodante que permite al viajero disfrutar del arte y naturaleza, paisaje y gastronomía elementos que se conjugan para convertir el viaje en un regalo para los sentidos.
Historia
La concepción y el nacimiento de El Transcantábrico, primer tren turístico de España y el primero del mundo en ancho métrico, supuso un reto en el panorama ferroviario español y una apuesta arriesgada y novedosa por recrear el ambiente de los trenes de la Belle époque.
La empresa que gestionaba el tren cuando se diseñó era Feve, la compañía de ferrocarriles de vía estrecha que en 2013 se integró en Renfe.
El primer viaje de El Transcantábrico se realizó a finales de julio de 1983 entre León y Matallana de Torío. El nombre del tren se inspiró en la obra homónima del escritor leonés Juan Pedro Aparicio, que relataba un viaje del Hullero, el antiguo tren de pasajeros que circulaba diariamente entre León y Bilbao por la histórica línea de La Robla, creada originariamente para transportar carbón de las cuencas leonesas y palentinas hasta las factorías siderúrgicas bilbaínas.
Para la construcción de El Transcantábrico se rescataron, y remodelaron para adaptarlos al nuevo uso, coches antiguos, algunos de gran valor histórico, que estaban almacenados en diversos talleres y hangares. En concreto, fueron 4 coches Pullman que en 1927 había encargado construir la compañía que entonces gestionaba los ferrocarriles vascos a la empresa británica The Leeds Forge. En los primeros viajes el tren circuló con tres coches salón (Salón I, Salón II y Coche Bar), en 1985 se le añadiría el cuarto Salón, el Coche Pub. Posteriormente, en 1992 estos Coches pasarían a llevar el nombre de cuatro de las comunidades que atravesaban (País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia).
En paralelo, se construyeron 4 coches cama a partir de remolques de automotores diésel MAN. Inicialmente, cada uno de esos coches disponía de 7 compartimentos de literas y un cuarto de baño de uso común. El tren también disponía de un Furgón Generador que abastecía de energía eléctrica y de agua corriente a todo el convoy, y se añadió un coche más para la tripulación del tren y almacén.
En 1999 se realiza una gran transformación en el tren, impulsada por los cambios que solicitaban los clientes, que supuso que los compartimentos de literas se convirtieran en confortables habitaciones climatizadas, con cama de matrimonio y dotadas de las últimas tecnologías, baño individual completo y acabados de diseños.
Año a año El Transcantábrico se fue consolidando como producto de turismo ferroviario de lujo y se fueron incorporando cambios acordes con los nuevos tiempos, manteniendo en todo momento la imagen de tren turístico clásico.
La elevada demanda de viajes en El Transcantábrico hizo que sus responsables decidieran construir un segundo tren, que también con la marca El Transcantábrico, se puso en marcha en el año 2000. Así, ambos trenes circularon con la denominación comercial de El Transcantabrico I, que realizaba la ruta de San Sebastián a Santiago y viceversa y El Transcantabrico II que hacía el trayecto León – Bilbao – Ferrol - Santiago y viceversa. Ambas rutas tenían una duración de 8 días (7noches).
A finales de 2009 se añadió a los dos productos El Transcantábrico un coche cocina-almacén que dotaba a los trenes de una mayor versatilidad al ofrecer la posibilidad de cocinar a bordo.
En 2010 los responsables del producto deciden transformar El Transcantábrico I para convertirlo en El Transcantábrico Gran Lujo, cuyos viajes discurrían entre San Sebastián y Santiago de Compostela.
El Transcantábrico II se mantuvo con la denominación El Transcantábrico Clásico, que circulaba en los dos sentidos entre León y Santiago.
Ambas ofertas se mantuvieron hasta 2022, con la salvedad de las temporadas 2020 y 2021, durante las que los trenes no circularon por la pandemia de COVID. Ese año Renfe decidió mantener exclusivamente el producto El Transcantábrico Gran Lujo mientras que El Transcantábrico Clásico dejó de circular entonces con esa denominación y comercialmente se transformó en el Costa Verde Express.
Además de las rutas que realizaban, las diferencias entre los dos convoyes radicaban básicamente, en la composición, amplitud y decoración del tren. Mientras el Clásico ofrecía un total de 27 habitaciones la oferta del Gran Lujo era de 14 exclusivas suites con salón privado, dormitorio con cama de matrimonio y cuarto de baño completo.
Hotel de lujo sobre raíles
El Transcantábrico se ha concebido desde su inicio como un hotel de lujo rodante que ofrece al viajero un espacio propio que le permite sentirse como en casa y que, además, cuenta con una tripulación pendiente de cuidar los mínimos detalles.
Uno de los aspectos que más valoran los clientes del tren es la gastronomía del viaje. A bordo se realiza, por lo general, una de las dos comidas del día, así como los desayunos a la carta. La otra comida del día se hace en los restaurantes más reputados de las zonas por las que atraviesa el tren.
El Transcantábrico detiene su marcha durante la noche y pernocta en alguna de las estaciones del recorrido. Parte de los clientes del tren agradecen la posibilidad de disfrutar de un sueño reparador y otra parte la posibilidad de salir por la noche. Como si de un céntrico hotel se tratara, ya que las estaciones de las ciudades en las que se detiene el tren son muy céntricas.
En cuanto a los itinerarios de las excursiones que se realizan, son elegidos y explicados en diversos idiomas por guías profesionales y para poder acceder a los distintos lugares del trayecto, en paralelo al tren circula un autocar de lujo que recoge a los viajeros cuando la visita programada requiere un desplazamiento por carretera.
Actualmente, El Transcantábrico Gran Lujo de Renfe es un referente internacional en el segmento de los Trenes Turísticos de Lujo. A lo largo de su trayectoria, ha sido galardonado con innumerables premios entre los que destacan la Medalla de Plata al Mérito Turístico, y el Trofeo Internacional de Turismo, Hostelería y Gastronomía “New Millennium Award”. En la actualidad cuenta con la “Q” de Calidad que otorga el Instituto para la Calidad Turística Española, ICTE y la certificación ISO 9001 de AENOR que garantiza el buen servicio al cliente.