El Día del Padre es un día festivo, y qué mejor manera de celebrarlo que con un regalo gastro, algo que nunca falla. “La Xida”, el primer restaurante de Madrid que fusiona dos de las gastronomías más populares: la mexicana y asturiana ofrece una original e innovadora carta llena de sabores y colores y dos platos exclusivos para celebrar el Día del Padre.
Para empezar, a todos los padres que celebren su día en “La Xida” se les recibirá con una copa de vino, cava o cerveza, para después disfrutar de sus espectaculares platos: un chile poblano tatemado relleno de rabo de toro cocido en sus propios jugos, bañado con su salsa de manzana verde y chile jalapeño. Con este original plato “La Xida” logra armonizar los sabores de las dos cocinas: la asturiana y la mexicana.
El segundo plato fusión a disfrutar es un torto asturiano con picadillo mexicano. Un torto artesanal acompañado de su carne picada (previamente preparada con mimo y dedicación), coronada con una yema de huevo madurada en soja durante más de 12 horas y, para finalizar, unas escamas de Tajín.
“La Xida”, que nace de un vínculo familiar que ha unido a dos familias de México y Asturias, es el restaurante idóneo para conmemorar la unión familiar y celebrar un día tan especial como el Día del Padre. En un local acogedor y sofisticado que se postula como uno de los restaurantes de parada obligatoria en la capital madrileña y que ofrece una original e innovadora carta llena de sabores y colores.
Además, para quien quiera seguir investigando la sorprendente carta de La Xida, podrán encontrar entre sus famosos platos fusión su mole rojo con pitu caleya, un pollo de corral asturiano, cocido y terminado al horno en mole rojo oaxaqueño acompañado de arroz, zanahoria, rabanillos y perejil frito; su jugo de carne preparado, que es un concentrado de caldo de carne de ternera asturiana acompañado de cebolla, chile serrano, cilantro, lima y salsas negras o su torta de cachopo “El Xidu”, el más reconocido de la carta: un cachopo entre panes con frijoles, guacamole, chipotle y tomates asados.
Y, por supuesto, platos propios de cada gastronomía, como fabada asturiana o cachopo tradicional y, en la parte mexicana, el clásico aguachile verde del pacífico o unos increíbles chipirones a la veracruzana.