Fue en la Sala Galileo Galilei y supuso su estreno en la capital como cantante después de colgar el traje de luces y arrancar una carrera musical que ya cuenta con varios singles de éxito.
La carrera musical de Juan Carlos Berrocal es un proyecto que nació hace apenas dos años de la mano del afamado productor David Santiesteban, y que ahora le ha traído a uno de los escenarios más emblemáticos de Madrid.
Y vamos al concierto…
InOut Viajes tuvo la suerte de poder asistir a lo que fue una hora y media de temas, desde baladas, sonidos salseros, hasta versiones de inmortales temas de la música en español.
Así llegó una preciosa versión de “El sitio de mi recreo”, del inolvidable Antonio Vega; “Ojos de gata” de otro ilustre desaparecido como Enrique Urquijo; “Somos novios” del eterno Armando Manzanero…
Y entre medias sus temas como “Morir de ganas”, su primer éxito; “Once y dos”, “Matices”, un bolerazo cantado con muy buen gusto y sensibilidad. Aunque la sensibilidad y el buen gusto quedaron palpables a lo largo de todo el concierto que se cerró con “No dudaría” de Antonio Flores con los coros de todos los asistentes…
Y no hay que dejar sin mencionar la hermosa canción dedicada a su primera experiencia en Madrid, centrada en Malasaña …
Juan Carlos derrochó simpatía y saber estar y estuvo acompañado por un grupo de músicos entre los que se podría destacar a Juan Fernández de Valderrama, más que nada porque este músico es componente del grupo Materia Prima, formado por los tres hermanos, que además de Juan, son Pedro y Mónica, que firmaron una colaboración en forma de ranchera (TUS BESOS) con Berrocal al subir al escenario para alborotar al entregado público (entre el que se encontraban los padres de Juan Carlos, David Santisteban – productor del protagonista del evento – y amigos) que también disfrutaron y corearon algunas de los temas que se fueron desgranando a lo largo de la noche (intensa, emocionante y divertida) que terminó con baile y palmas de acompañamiento de los que allí nos encontrábamos…
Juan Carlos demostró que la sapiencia torera aún la lleva en la sangre y pisa y pasa por las tablas con ese empaque que le ha dado su (frustrada) vocación, aunque supo cambiar a tiempo el capote por el micrófono y así en la noche del Galileo Galiei pudo recoger los primeros frutos que le brindó Madrid en su primera visita.
Atrás quedan amarguras y contratiempos que su época de novillero le supuso por culpa de algunas gentes que no le dieron su apoyo…
Y quién sabe si algún día, esperemos que cercano, Juan Carlos consiga presentarse en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, que él nos confesó en una entrevista que pudimos realizar, sería una de sus metas, o incluso en Festival de Viña del Mar en Chile …
Mientras tanto, y cocinando a fuego lento, este artista busca su sitio e intenta…
“Nunca dejar de soñar, seguir soñando, que es lo que me hace crear.
Que el público me dé la oportunidad de seguir aprendiendo por muchos años a su lado, esa sería mi mayor felicidad, señal que la música que les brindo les gusta y recorrer cada rincón del mundo con la misma.”
En resumen que fue un concierto emotivo, alegre y pasional en algunos momentos, porque Juan Carlos Berrocal tiene claro lo que quiere y como lo quiere hacer…
Juan Carlos Berrocal,
extremeño de nacimiento, emprende su andadura en la música tras abandonar por decisión propia una carrera consolidada en el mundo de la tauromaquia. Tras colgar la muleta y el estoque, y cambiarlos por la guitarra y el micrófono, Berrocal recibe una gran acogida de su primer y segundo single, “Morir de ganas” en 2021 y ''Once y Dos'' en 2022. Para su nuevo lanzamiento el artista vuelve a unirse al prestigioso productor David Santisteban para dar un paso más en su carrera, esta vez con un género predilecto para el artista, un precioso y atemporal bolero, “Matices”, que nos transporta a otras épocas.
Como cantautor y poeta, está volcando en cada tema, todas aquellas historias que ha vivido y que quiere compartir con el público, siempre siendo fiel a su propio estilo donde abunda la elegancia, y la balada clásica, sin perder de vista los sonidos actuales.