Mimar el paladar en Palma de Mallorca resulta muy sencillo dado que la gastronomía es, sin duda, uno de sus puntos fuertes. Su valor reside en varios factores: un recetario creado por los diferentes pobladores que han habitado la isla, ingredientes de primera calidad de mar y montaña y el saber hacer de cocineros que han dado un gran impulso en los últimos tiempos a la cocina local y a la cultura mediterránea.
La apuesta gastronómica de la capital balear va desde el producto local y de kilómetro cero hasta una fusión y complementariedad con cocinas de todo el mundo. Esto se manifiesta en mercados tradicionales, cada uno con personalidad propia, que apelan a todos los sentidos, por su color, su ambiente, su olor y sus delicias culinarias; en restaurantes con estrella Michelin, como Adrián Quetglas o Marc Fosh, que combinan ingredientes de proximidad con técnica culinaria y creatividad; y en eventos gastronómicos de todo tipo.
La Fundación Turismo Palma 365 presentó en FITUR el apartado gastronómico de su Plan Estratégico 2023-2027 de promoción del destino, en el que busca impulsar la cocina como iniciativa transformadora y de gran valor que permite al visitante sumergirse en la cultura y estilo de vida mediterránea a través de la gastronomía y la identidad culinaria propia.
Además, apuesta por eventos como Hidden Kitchen, el concepto de «cocina escondida» de Chefsin, donde uno o varios chefs preparan, de manera exclusiva y en un lugar secreto, una comida o cena para un número reducido de comensales. Otra iniciativa es la ruta del Llonguet, organizada por la Asociación de Panaderos y Pasteleros de Balears que pretende fomentar el consumo de este pan tradicional. Asimismo, TaPalma, la feria de tapas y cócteles que se celebra en la ciudad a finales de cada año y que busca premiar creaciones locales, así como dinamizar el sector de la restauración de la ciudad, posicionándolo como punto neurálgico de la gastronomía española.
En el marco de la presentación de este Plan Estratégico también se hizo mención a un nuevo proyecto que buscar impulsar la Fundación Turismo Palma 365, denominado Culinary Med Cities. El objetivo de esta iniciativa es la creación de una oferta turística gastronómica experiencial, singular y de gran valor, en base a los atributos y valores culinarios comunes y particulares de las ciudades del Mediterráneo participantes-Barcelona, Cartagena, Palma y Valencia-proponiendo vivencias memorables en torno la gastronomía, sus personas, sus productos, sus entornos productivos, de degustación, comerciales y divulgativos, entre otros.
Todo ello va encaminado a promover a Palma como un destino gastronómico de primer nivel, sumado a restaurantes con estrella Michelin, un recetario que apela al producto local y a la cultura mediterránea o mercados tradicionales que permiten sentir el ritmo y saborear la ciudad, poniendo en valor la cocina mallorquina, sus ingredientes y sus productores.