Naves del Español en Matadero (Madrid) acogió la presentación del estreno de Tan solo el fin del mundo, obra del dramaturgo francés Jean-Luc Lagarce, con dirección de Israel Elejalde, que podrá verse en la Sala Fernando Arrabal del 29 de noviembre al 7 de enero.
‘Tan solo el fin del mundo’ está considerada la obra maestra de Lagarce (1957-1995), uno de los nombres fundamentales de la literatura francesa contemporánea. El espectáculo está protagonizado por Irene Arcos, Yune Nogueiras, Raúl Prieto, María Pujalte, Eneko Sagardoy y el bailarín Gilbert Jackson.
‘Tan solo el fin del mundo’ es una historia de reencuentros y despedidas.
Después de años de ausencia, Louis (Eneko Sagardoy), de 34 años, regresa al pueblo donde creció para visitar a la familia que abandonó hace muchos años en busca de una nueva vida. Allí se reencontrará con su madre (María Pujalte), su hermana Suzanne (Yune Nogueiras), su hermano Antoine (Raúl Prieto) y la mujer de este, Catherine (Irene Arcos). Louis vuelve con la intención de comunicar que está muy enfermo y que va a morir de manera inminente, pero su llegada desencadenará el resurgimiento de conflictos del pasado y de viejas tensiones familiares.
Lagarce escribió Tan solo el fin del mundo en Berlín en 1990. Poco tiempo antes, había recibido la noticia de que era portador del VIH. Desde su muerte en 1995, con solo 38 años, su obra literaria −veinticinco obras de teatro, un libro de relatos, un ensayo y hasta un libreto de ópera− ha conocido un creciente éxito de público y crítica, convirtiéndose en el autor francés contemporáneo más representado en su país. Desde 2007, Tan solo el fin del mundo forma parte del repertorio de la Comédie Française.
“Decidí volver para verlos, para anunciar mi muerte inminente e irremediable. Anunciarla yo mismo, ser su único mensajero”, cuenta el protagonista al comienzo de la obra. Es imposible no relacionar la vida personal de Lagarce con la escritura de esta obra. El elemento autoficcional está presente en la figura de Louis. Sin embargo, esta no es una obra de autoficción. Ni siquiera es una obra sobre la muerte, sino que el núcleo central del texto −en el que encontramos ecos de Céline y Koltès− es la familia, el elemento que nos vertebra desde que nacemos.
Poesía y danza
“Lagarce se mueve a un nivel simbólico tan alto como puede moverse Lorca. Juega con toda la tradición francesa de teatro con unidad de espacio y tiempo para, a su vez, transformarla a un nivel poético absolutamente arrebatador”, explica su director, Israel Elejalde, cuya propuesta escénica incorpora el lenguaje de la danza para elevar el texto a una nueva dimensión poética a través de las coreografías de street dance interpretadas por el bailarín Gilbert Jackson, alter ego de Louis. “Para mí era fundamental contar qué le ocurre por dentro al personaje de Louis, traducir lo mental a lo físico. La danza y el cuerpo son dos buenos vehículos para mostrar todo lo que se intuye en su interior”, cuenta.
Tan solo el fin del mundo es una coproducción de Teatro Español y Teatro Kamikaze, con traducción de Coto Adánez, diseño de espacio escénico de Monica Boromello, diseño de iluminación de Paloma Parra, diseño de sonido de Sandra Vicente, diseño de vestuario de Sandra Espinosa, composición de música original de Alberto Torres y diseño de videoescena de Pedro Chamizo.
Este espectáculo está sujeto a JOBO, Joven Bono Cultural, para jóvenes entre 16 y 26 años. La función de Teatro Accesible de Tan solo el fin del mundo tendrá lugar el viernes 15 de diciembre.