El squalane o escualano es un líquido claro, inodoro e insípido que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo y en diversos organismos marinos y vegetales. No debe confundirse con su precursor, el squalene, que tiende a oxidarse más fácilmente. Más bien, es su versión estabilizada y altamente refinada, lo que lo convierte en un ingrediente seguro y eficaz para el cuidado de la piel. El aceite de oliva es una de sus fuentes más comunes, pero también está presente en otros aceites vegetales, en el arroz, el trigo o la caña de azúcar, así como puede extraerse de fuentes animales, caso del hígado de tiburón, algo cada vez menos frecuente por cuestiones ambientales y éticas.
Gracias a su origen natural de plantas y aceites, el squalane se ha convertido en poco tiempo en uno de los ingredientes más utilizados en cosmética, muy valorado por la hidratación profunda, suavidad y protección antioxidante que aporta a nuestra piel. Lo que hace que sea tan atractivo, es su asombrosa afinidad con la composición natural del sebo de la piel humana, un aceite de belleza mimético que se absorbe fácilmente, sin obstruir los poros ni dejar una sensación grasa, perfecto para todo tipo de cutis, incluso en las pieles más sensibles.
Principales beneficios del squalane
Su capacidad para mantener la hidratación y restaurar la barrera cutánea, convierte al squalane en imprescindible en la lucha contra la sequedad, las arrugas y otros problemas de la dermis: “Su estructura es similar a la de nuestro sebo, es un componente ideal para la elaboración de serums y humectantes por su capacidad de hidratación profunda, su compatibilidad con la piel, su acción regeneradora o su textura ligera y rápida absorción” – nos explica Esperanza Sáenz, responsable de imagen de Nezeni Cosmetics.
Precisamente, esta firma cosmética sevillana incluye el squalane entre los ingredientes de dos de sus productos más vendidos: su aceite limpiador facial para todo tipo de pieles, y su protector solar SPF50 con filtros naturales: “Del escualano, como también se le llama, destacamos también su naturaleza no irritante ni comedogénica, dato muy interesante para pieles sensibles o con problemas como la psoriasis o el eczema. Además, neutraliza los radicales libres en la piel, que aceleran el envejecimiento cutáneo, y sus antioxidantes actúan como barrera contra factores ambientales dañinos como la contaminación y los rayos UV”.
Squalane versus Squalene
El squalane y el squalene son dos compuestos relacionados pero con diferencias significativas en su estructura, origen, estabilidad y uso en productos cosméticos. Aunque sus nombres suenan similares, es importante distinguirlos. El squalene es un lípido natural producido por nuestras propias células en la piel mientras que el squalane es su versión hidrogenada, lo que altera sus propiedades físicas y químicas. Si hablamos de propiedades, el squalene es un excelente emoliente con gran acción hidratante. Por su parte, el squalane es más ligero y menos graso.