www.inoutviajes.com
Mercados locales de kilómetro 0 en las Islas Baleares: de la huerta a la cesta
Ampliar

Mercados locales de kilómetro 0 en las Islas Baleares: de la huerta a la cesta

La conexión con la tierra y la autenticidad de los sabores siempre han cobrado un valor especial en las Islas Baleares, pues es su riqueza culinaria y la frescura de sus productos locales lo que definen a estas islas mediterráneas como un verdadero paraíso gastronómico.

Hoy más que nunca, tanto los lugareños como los visitantes tienen la oportunidad de sumergirse en esta esencia balear sin salir de casa, pues los mercados locales que exponen los productos de kilómetro 0 están en pleno auge, ofreciendo una selección variada que capturan la esencia de estas tierras. Además, la puerta de algunas huertas de las islas se abre de par en par, permitiendo a los amantes de la buena comida comprar directamente a los productores locales, llevando así la frescura y la autenticidad de la tierra balear a sus propias cestas.

Mercados mallorquines para descubrir el producto local

En Mallorca, cada día de la semana brinda una oportunidad única para explorar y disfrutar de los productos locales de la isla. Los lunes, los mercados de Caimari y Montuïri son el punto de partida, con productos frescos como aceitunas, almendras y miel de la región. Los martes, el mercado agroecológico en la plaça Bisbe Berenguer de Palou en Palma y los pueblos de Alcúdia y Llubí se convierten en destinos imprescindibles para aquellos que desean degustar una amplia variedad de frutas, hortalizas y quesos artesanales. El miércoles, la ruta culinaria nos lleva a los mercados de Sineu, Andratx, Capdepera, Deià y Llucmajor, donde se pueden encontrar productos locales, incluyendo vinos regionales. El jueves, la cita es en Inca, Ariany y Sant Joan, que destacan por sus embutidos y hierbas aromáticas.

El viernes, la autenticidad culinaria de la isla se despliega en los mercados de Algaida y Binissalem, con sus vinos y panes artesanales. Los sábados, los pueblos de Alaró, Costitx, Esporles, Campos y Santanyí se llenan de mercados que ofrecen productos frescos y aceites de oliva de alta calidad. Y para cerrar la semana, los domingos son perfectos para explorar los mercados en Santa María del Camí, Pollença y Valldemossa, donde se pueden adquirir los productos más típicos de la isla, como la sobrasada y las ensaimadas.

Los sabores inconfundibles de Menorca

Desde los sabores inconfundibles del queso de Mahón hasta las irresistibles sobrasadas, también en la isla de Menorca cada día de la semana transporta a un nuevo rincón culinario.

Comenzando la semana, las ciudades de Ciutadella, Es Castell, Fornells y Sant Lluís abren sus mercados el lunes para deleitar con productos locales como el queso, las aceitunas y la sobrasada típica de la isla; que también se pueden visitar los sábados. El martes, Maó se convierte en el epicentro culinario. Aquí es fácil adquirir el famoso quesó de Mahón o probar la caldereta de langosta. Los miércoles hay que moverse a los mercados de Ciutadella, Es Castell, Fornells y Es Migjorn Gran, donde los mariscos frescos y los pastissets son protagonistas. El jueves, la parada en Alaior es imprescindible para probar dulces típicos como la greixonera y los bunyols.

Finalmente, los domingos, Es Mercadal y Maó cierran la semana con una amplia gama de delicias autóctonas, como el sofrit pagès y las cocas de patata.

La gastronomía y artesanía local ibicenca

En Ibiza, los mercadillos llegan cuando el fin de semana está a punto de comenzar. Los viernes, es el mercado en la cooperativa de Sant Antoni de Portmany el que presenta en sus puestos productos exclusivos de la isla como el pan de xeixa, así como frutas y verduras.

Cada domingo, el pueblo de Sant Joan de Labritja, situado en el norte de la isla, se convierte en el escenario central para explorar la rica tradición gastronómica de Ibiza. Uno de los protagonistas es el “flaó”, un postre tradicional elaborado a base de queso y menta. Además, se pueden encontrar productos que utilizan ingredientes locales como queso de cabra, ginebra, vermut, infusiones de hierbas, pimentón, preparados de espirulina o licor y chocolate de algarroba, entre otros.

Y, aunque la gastronomía es un pilar importante, este mercado se distingue por su enfoque en la artesanía con textiles tejidos a mano, cerámica elaborada con técnicas ancestrales y bisutería para adquirir piezas únicas que permiten apreciar el talento de los artesanos locales y llevarse un trozo de la esencia de la isla.

Protección de la recuperación del medio natural y la agrobiodiversidad balear

Con el objetivo de mantener y conservar el paisaje tradicional de las islas, se ha creado un proyecto con los fondos del ITS (Impuesto de Turismo Sostenible) que proporciona una gestión adecuada del sector agrario, a la vez que contribuye a mantener la calidad paisajística y la diversidad biológica balear. Gracias a ello, se evita el abandono de las explotaciones agrarias como resultado de su reducida base territorial y marginalidad económica.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios