La Mallorquina ha evolucionado su modelo de tienda ubicada en Velázquez. Un espacio en pleno Barrio de Salamanca que a partir de ahora ofrecerá un nuevo concepto con cocina. La nueva tienda cuenta con una gran exposición de producto y una amplia zona de salón para disfrutar de una completa carta de propuestas saladas y platos ligeros pensados para cualquier momento, así como de su amplia propuesta dulce.
“La reapertura de La Mallorquina de Velázquez supone atender la demanda de nuestros clientes y satisfacer las necesidades de los nuevos públicos. Por ello, hemos incorporado una cocina desde la que saldrán propuestas saladas que se añaden a nuestros productos más reconocidos elaborados en el obrador y que se podrán disfrutar en un salón más amplio”, explica Ricardo Quiroga, director general La Mallorquina.
La Mallorquina Velázquez: un espacio renovado con cocina para disfrutar en cualquier momento
Ubicada en la calle Velázquez, esquina Hermosilla, La Mallorquina del Barrio Salamanca reabre sus puertas con un espacio reformado que acoge una cocina abierta para ofrecer una completa propuesta salada.
En cuanto al espacio, destacan las vitrinas donde se muestra su carta salada y dulce compuesta de propuestas que se elaboran diariamente. La barra da continuidad al espacio del salón que se ha ampliado y pensado para disfrutar de sus desayunos, almuerzos y meriendas.
Además, La Mallorquina ofrece en su espacio Velázquez, como en el resto de sus tiendas - Puerta del Sol, Quevedo y C.C. La Moraleja Green - envío a domicilio, take away y servicio de catering para eventos privados y empresas.
Nueva línea de salados
La Mallorquina es dulce y también es salado, con propuestas para llevar o tomar. Y por ello, en su recién remodelado espacio de Velázquez dispone de platos ligeros como cremas de temporada y una variada gama de ensaladas y pinchos como el de tortilla de patatas y tostas.
Asimismo, sus vitrinas también exponen las señas de identidad de La Mallorquina, con sus reconocidas napolitanas de chocolate y crema; una amplia variedad de croissants; el clásico tortel de hojaldre o sus delicadas pastas de té; tartas como la tarta de fresa, la de zanahoria o trufa; y nuevas creaciones con sabores y texturas que incorpora en carta según los productos que ofrezca la temporada.