Bareto abrió en diciembre de 2021 en Cibeles (Alcalá, 55) con el objetivo de recuperar la esencia de las cervecerías madrileñas y donde las grandes protagonistas fueran las cañas bien tiradas, las tapas para acompañar y la vida a pie de barra. Desde entonces, ha conquistado a madrileños y turistas por igual y se ha convertido en punto de encuentro frente al Ayuntamiento de Madrid y en Pleno Paisaje de la Luz (Patrimonio Mundial de la Unesco). Lo ha hecho defendiendo la historia, que cuenta en sus paredes, del local que ocupa, la mítica Cervecería Correos, espacio de reunión en su día de los escritores de la Generación del Veintisiete, entre otros personajes de la cultura de la época. Un hito que incluso le ha llevado la distinción de Solete de la Guía Repsol y mención de honor a Mejor Bar de Tapas de los Premios Metrópoli de Gastronomía.
Con este sabor cañí por bandera, sus propietarios, los empresarios hosteleros Nacho Horcajada y Kike y Curro Sánchez del Amo abrieron en junio de 2023 un segundo local en Atocha 120, a poco más de un kilómetro de distancia del primero y en otro punto estratégico de la ciudad, en pleno Triángulo del Arte y frente a la bulliciosa estación de Atocha. Ahora, ya en plena expansión, inauguran su tercer local: Bareto en el Golf Park de La Moraleja y consiguen así que una cervecería madrileña de toda la vida se cuele en un campo de golf, para alegrar el día a día de los usuarios del club y del público de la zona.
LA ESENCIA DE LAS BARRAS MADRILEÑAS LLEGA AL CAMPO DE GOLF
El Golf Park de la Moraleja es, desde su inauguración en 1998, un lugar de visita obligada para los amantes del golf y también del pádel. Como Bareto Alcalá y Atocha, este nuevo espacio recupera la esencia de las cervecerías madrileñas más castizas y la lleva por primera vez fuera de la ciudad. Abierto todo el día todos los días del año, desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la madrugada, Bareto La Moraleja es el nuevo punto de encuentro en la zona para desayunar, antes o después de jugar un partido de pádel, churros y porras con chocolate caliente, un pincho de tortilla, un mixto, un cruasán, o la tostada con tomate y jamón ibérico de bellota, es el sitio perfecto para quedar a tomar el aperitivo, pero también para comer a base de sus tapas y raciones y acabar pidiendo postre.
Es el lugar donde tomar unas cañas de tarde, al salir del trabajo, cenar y que la hora no importe. Bareto es puro Madrid, un sitio sin pretensiones en el que celebrarlo todo y con todos, porque aquí también se organizan eventos privados. Es ese lugar donde tiran las cañas bien frías cuando aprietan los 40 grados a la sombra y apetece refrescarse después de dar unas bolas y la guarida donde entrar en calor con ese caldo en temporada para atemperar el cuerpo cuando el frío corta. Y como novedad, Bareto La Moraleja, será el bareto más animado de todos, los viernes y sábados habrá música en directo y durante todos los días sus pantallas proyectarán los principales torneos de golf, los partidos de fútbol, el tenis y la Fórmula 1.
BRAVAS, GILDAS, FLAMENQUINES Y NUEVOS PLATOS
Sin pretensiones, fácil, rica y resultona, la cocina de Bareto La Moraleja se mantiene fiel a la del bar de Alcalá y da un paso más allá, su cocina sencilla a base de tapas y raciones para picar evoluciona y a partir de ahora contará con platos muy de siempre que apetecen a todas horas, en comidas y cenas con amigos o en mesas de trabajo. Una propuesta global perfecta para acompañar las cañas bien tiradas que rebosan espuma y suenan al servirlas en su barra. De esta forma, los asiduos a La Moraleja podrán disfrutar de los platos estrella de Bareto: las patatas bravas receta de Madrid, el montado de chipirones (versión del bocata de calamares con pan de cristal y salsa especial de alioli de brava), sus imprescindibles flamenquines, las gildas (incluida la versión Bareto con pulpo) y el matrimonio de anchoa y boquerón.
En su carta estará presente el perrito caliente al estilo Bareto, con salchichas y salsa de mostaza picante, bocadillos de siempre, opciones de la huerta como los espárragos trigueros o las alcachofas confitadas, ambos a la plancha, frituras como los torreznos Bareto, el cazón en adobo o chipirones a la andaluza y nuevos platos principales pensados para comer como en casa. En los postres, amplían sus opciones a las siempre ganadoras: la tarta de queso horneada y la tarta árabe, enseña de la casa.
AMBIENTAZO A TODAS HORAS
Situado a pocos metros del centro comercial La Moraleja Green y en pleno parque empresarial, Bareto La Moraleja llega para ofrecer un formato democrático y apetecible del bar de siempre. Una ubicación estratégica para convertirse en el lugar de la zona donde refugiarse cuando se va a jugar al golf, a echar un partidito de pádel, entre reunión y reunión o antes o después de unas compras. Es un bar sin pretensiones de nada más, donde se vive y se respira el Madrid más puro, con las recomendaciones escritas en los espejos y con la barra de mármol como principal protagonista y donde el personal uniformado, corre de un lado a otro, sirve las cañas y los vermús, y se le escucha cantar las comandas bien alto.
Este nuevo Bareto ocupa un local amplio de más de 400 metros cuadrados dividido en un salón principal donde la barra convive con mesas bajas, una terraza al aire libre con vistas al campo de golf y una terraza cubierta y climatizada que funcionará durante todo el año. Espacios dónde se repiten sus ya icónicos ladrillos rojizos vistos en las paredes, la madera ahumada de las mesas, el mármol y azulejos blancos y azules vidriados en que revisten la barra y ya son marca de la casa, el acero inoxidable de las papeleras en los suelos, materiales que son una vuelta a la sencillez y a lo que ha funcionado toda la vida. Y en las paredes, fotos de archivo en blanco y negro que narran la historia de Madrid desde la década de los años veinte del pasado siglo hasta hoy.